La posesión de mando del alcalde Pabel Muñoz tuvo, en la entrega del bastón de mando, su principal simbolismo.

Este le fue entregado a Muñoz por Santiago Guarderas, alcalde saliente. En el acto se hizo la entrega -igual simbólica- del despacho municipal, cuya vista es privilegiada hacia la Plaza Grande.

Muñoz decidió estar más cerca de la gente, pues luego de este acto caminó con una delegación desde la Alcaldía, ubicada en la calles Venezuela y Chile hacia el Teatro Sucre para la posesión. A unas cinco cuadras en el Centro Histórico.

En el palacio municipal se desplegó un contingente de la Policía Nacional y agentes metropolitanos. Para los invitados especiales se colocó una alfombra roja, en la que mujeres vestidas de varias etnias les dieron la bienvenida.

Ajetreada mañana

La jornada empezó con la expectativa de las actividades de Pabel Muñoz. Sin embargo, según la gente que le maneja su comunicación, su agenda recién empezaba a las 16:00. Como si horas antes solo pasaría durmiendo.

Decían que su agenda se resumía a la entrega de bastón de mando y la posesión. Sin embargo, Pabel Muñoz no podía perderse la toma de mando de su compañera de partido, la prefecta Paola Pabón, que se realizó en la plaza Quitumbe, sur de Quito.

Vestido con camisa celeste y sombrero de paja, él aplaudió durante su discurso.

Antes de ello no se olvidó de postear una felicitación por el Día de la Madre. “Hoy, con el recuerdo y enseñanzas de mi madre y abuelitas, empiezo el reto más grande: trabajar para que con la fuerza de los quiteños, Quito renazca”, escribió en su cuenta de Twitter, acompañado de una foto de su madre con él de bebé.

El alcalde acudió a Quitumbe en compañía de su esposa. No se quedó en la feria que se organizó con emprendedores de la provincia. Tampoco quiso dar declaraciones, sino hasta su ceremonia de posesión, dijo a EXTRA.