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¿Qué se sabe del tiroteo ocurrido en la ciudad de Nueva York?
Este tiroteo ocurrido el pasado lunes 28 de julio, ha cobrado la vida de varias personas
Un joven armado ingresó a un edificio corporativo en pleno Midtown y desató una masacre con un fusil de asalto. Cuatro personas murieron y varias más resultaron heridas. El atacante, quien tenía un oscuro historial mental y vínculos con el fútbol americano, se suicidó tras el ataque.
(Lea también esta nota: “Si me vas a matar, déjame bien muerta”: gritó antes de ser ejecutada en Guayaquil)
Una tarde de horror en Park Avenue
Este martes 29 de julio por la tarde, en una escena que recordó los peores momentos de violencia en la historia de Nueva York, un hombre armado con un fusil M4 irrumpió en el 345 de Park Avenue, un rascacielos donde funcionan las oficinas centrales de la NFL (Liga Nacional de Fútbol Americano).
El resultado: cuatro personas muertas, una en estado crítico, y una ciudad conmocionada por el tiroteo más mortífero en un cuarto de siglo.
El atacante fue identificado como Shane Devon Tamura, de 27 años, quien llegó al lugar a bordo de un BMW negro poco antes de las 18:30. Salió del vehículo con el arma en mano y, sin mediar palabra, comenzó a disparar indiscriminadamente.
Recorrido mortal
Cámaras de seguridad captaron a Tamura entrando al edificio en plena hora pico. Al ingresar, giró a la derecha y disparó primero a un agente de policía que se encontraba de guardia.
- Luego abrió fuego contra una mujer que intentaba ocultarse tras una columna, y continuó atacando a otras personas en el vestíbulo.

Según testigos, la escena fue aterradora. “Escuchamos lo que parecían dos disparos y luego un estallido constante”, relató una testigo a Associated Press. Un hombre salió corriendo del edificio, herido y gritando por ayuda.
Tamura subió al piso 33 en ascensor y volvió a disparar antes de suicidarse con un disparo en el pecho. En ese piso se encuentran las oficinas de Rudin Management, la inmobiliaria propietaria del edificio.
Las autoridades informaron que Tamura tenía licencia de armas en Nevada y antecedentes de salud mental. En el registro de su automóvil se hallaron un revólver cargado, municiones, medicamentos recetados y una mochila.
Entre sus pertenencias se encontró una nota de suicidio de tres páginas en la que afirmaba padecer encefalopatía traumática crónica (ETC), una enfermedad cerebral degenerativa asociada a golpes repetidos en la cabeza, común en jugadores de fútbol americano.

En la nota escribió: “No puedes ir contra la NFL, te aplastarán”, insinuando un resentimiento profundo hacia la liga.
Tamura había sido jugador competitivo en su juventud, y las autoridades no descartan que sus motivaciones estén relacionadas con una venganza personal o trastornos mentales derivados del deporte.
Víctimas mortales
Entre los fallecidos se encuentra el agente Didarul Islam, un oficial de origen bengalí de 36 años que estaba fuera de servicio pero colaboraba en la seguridad del edificio.
Era padre de dos niños, y su esposa está embarazada del tercero. Islam recibió uno de los primeros disparos cuando intentó confrontar al atacante.
Las otras tres víctimas fatales de este suceso, fueron dos mujeres y un hombre que, aún no han sido identificadas públicamente.
Una de ellas fue hallada sin vida en el piso 33, donde terminó el ataque. Otra víctima permanece hospitalizada en estado crítico, mientras que cuatro personas más fueron atendidas por heridas menores sufridas al huir de la escena.
Conmoción en Nueva York
La comisionada del Departamento de Policía de Nueva York, Jessica Tisch, calificó el hecho como una tragedia sin precedentes, que reaviva un recuerdo no tan agradable ocurrido en septiembre del 2001.
“Estamos investigando todos los elementos del caso. Este ataque, en plena hora pico y en el corazón de Manhattan, es una llamada de atención sobre los vacíos en salud mental y acceso a armas”.
El edificio quedó completamente acordonado y la NFL emitió un comunicado expresando su consternación, aunque aclararon que no había empleados presentes de la liga en el momento del ataque.
Una ciudad en zozobra
El tiroteo en Manhattan revive el debate sobre el control de armas, la salud mental y el impacto del fútbol americano en la salud cerebral de sus jugadores.
El caso de Shane Tamura pone sobre la mesa la necesidad de revisar las consecuencias neurológicas de este deporte de alto impacto, así como los protocolos de apoyo psicológico y médico.
Nueva York llora a sus víctimas, pero también exige respuestas. Mientras los investigadores reconstruyen el camino que llevó a Tamura a esa tarde fatal, la ciudad se pregunta si esta tragedia pudo haberse evitado.
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