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Quito

El grito de las minorías se hizo sentir en el Día del Trabajo

Sexoservidoras, cuidadoras de baterías sanitarias y otros grupos levantaron su voz en el Día del Trabajo.

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Cerca de 50 sexoservidoras participaron en la marcha por el Día Internacional del Trabajo.RENE FRAGA

Miles de personas caminaron desde El Ejido hasta la Plaza de San Francisco, en el centro de Quito, por el Día Internacional del Trabajo.

Muchos portaban banderas y carteles con consignas de sus gremios, y gritaban por mejoras en sus condiciones laborales.

Las trabajadores sexuales estuvieron ‘primeritas’. “¡Esto no es moral, esto es laboral!”, pregonaban mientras la mayoría se cubría el rostro.

Gloria Mosquera, presidenta de la Asociación por un Futuro Mejor, comentó que su lucha es para que tanto las autoridades como los vecinos del centro les permitan laborar. “Lo que hacemos también es un trabajo, no podemos ser perseguidas”, exclamó.

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Según la dirigente, al menos 300 mujeres ejercen el sexo servicio en el casco colonial y quieren seguir ocupando ese territorio.

También llegaron gremios que antes no eran parte de las protestas. Por ejemplo, quienes atendían las baterías sanitarias en la Universidad Central del Ecuador. “Vamos prácticamente tres años sin poder trabajar. Nos quieren sacar”, se quejó Margarita Mosquera, dirigente de aquella asociación.

La marcha avanzó pacíficamente por la calle Guayaquil y aunque no hubo cierres de vías como en otras manifestaciones sociales, los manifestantes siguieron su camino hasta la Plaza San Francisco centro de la urbe.

“Hemos hablado previamente con los dirigentes para mantener una jornada sin novedades”, dijo César Zapata, comandante de Policía del Distrito Metropolitano de Quito.

En los alrededores de la Plaza Grande sí hubo un despliegue de uniformados y otros acompañaron el recorrido de la marcha. Hasta el cierre de esta edición no se registraron desmanes ni daños a la propiedad. 

El arte también fue una forma de protesta social: hubo danza y música en vivo.

Fernando Cerón, presidente de la Casa de la Cultura, comentó que el objetivo fue exigir que este sector se reactive. “Ha sido uno de los más golpeados por la pandemia”, dijo.

Sin embargo, siguen pendientes temas como el Seguro Social, servicio al que solo el 48 % de los artistas ha tenido acceso, según Cerón.