Ni en las fiestas de los ‘pelados’ se salvan de los ‘choros’, en San Antonio de Pichincha, en el norte de Quito. En poco más de un mes, una serie de hechos delictivos se han registrado en este barrio.

Han pasado cuatro días del último asalto. Ocurrió dentro de una casa en la que unos jóvenes realizaron una ‘caída’. Andrés, miembro del comité de seguridad, comentó que uno de sus hijos fue una de las víctimas en este hecho.

El afectado le contó que, mientras ‘perreaban’ con las luces apagadas, un grupo de delincuentes llegó en motocicletas e ingresó a la fuerza. “Los amenazaron con armas de fuego y les quitaron los celulares”.

Pero este no ha sido el único caso. Hace dos semanas, una madre y su hijo fueron asaltados en la puerta de su domicilio. Dos sujetos en moto pasaron cerca de ellos y, al notar que estaban solos, se dieron la vuelta en la esquina, regresaron a toda velocidad, les apuntaron con un arma de fuego y, asimismo, les quitaron los teléfonos.

El choreo se agravó

Los actos delictivos contra moradores y locales comerciales, a decir de los vecinos, se recrudecieron luego del 23 de diciembre del año pasado. En esa fecha, un joven fue asesinado mientras iba a su hogar. La víctima, al parecer, no se dejó robar y le dispararon.

Pero también San Antonio de Pichincha se ha convertido en un sitio en el que abandonan carros desvalijados. Estos generalmente son de taxistas o personas que hacen carreras en el sector.

Andrés recuerda que la semana pasada unos delincuentes solicitaron el servicio a un vecino que tiene una camioneta. “Lo sometieron, le robaron sus cosas, el carro y lo abandonaron en un tramo de la avenida Simón Bolívar”.

A cuidarse solos

La policía destinó a un grupo de agentes para que investigue este tipo de comportamiento delictivo en el punto.

Las indagaciones han determinado que en la zona estaría operando una banda liderada por un sujeto al que le dicen Bambino. Uno de sus compinches estaría relacionado con el asesinato de diciembre.

Mientras tanto, los moradores han instalado cámaras de seguridad en sus viviendas para, de alguna forma, registrar los delitos que se están cometiendo. Además, han tenido dos reuniones con autoridades para plantearles de este problema que tienen en San Antonio de Pichincha.