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¡Sírvete más dieta mediterránea, no te arrepentirás!

Especialistas coinciden en que la ingesta de alimentos con ácidos grasos naturales reducen los riesgos de una crisis por hipertensión arterial

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Una dieta mediterránea ayuda a controlar la hipertensión.Referencial

Una dieta basada en ácidos grasos, ejercicio constante, y reducir la cantidad de sodio (sal) de las comidas es fundamental para controlar la hipertensión.

Una enfermedad crónica que se caracteriza por un incremento en la presión a nivel de los vasos sanguíneos. Cuando los valores son superiores a 140-90, el paciente corre el riesgo de sufrir problemas cardíacos o cerebrales.

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Aunque la enfermedad no tiene cura, el cardiólogo Vinicio Araque explica que cambiar los hábitos de vida de una persona hace la diferencia. Evitar el sobrepeso y reducir los niveles el estrés también son pautas que da el especialista para no sufrir una crisis hipertensiva. Existen de dos tipos: la de urgencia y la de emergencia.

En la primera no se produce una lesión en los órganos. La persona no tiene un cuadro de infarto o de accidente cerebrovascular. Esto a diferencia de la segunda, que requiere acudir a un hospital lo más pronto y que causa la lesión de un órgano. “El paciente presenta dolor de cabeza. Un cuadro agudo que puede llevarlo a una hemorragia cerebral. Necesita fármacos a la vena”.

Sin embargo, para evitar que la enfermedad llegue a límites extremos, las personas pueden seguir estos lineamientos fundamentales como eliminar la sal de la dieta. “Existen restaurantes, sobre todo en Europa, en los que no te ponen el salero sobre la mesa. Esa es una forma de cuidar la salud”.

Asimismo, la actividad física, al menos treinta minutos al día, puede producir una mejora notable en los niveles de presión arterial.

Verduras, frutas y carnes blancas

Además de la disminución del sodio en el menú, el tratamiento consiste en una dieta mediterránea. Así lo indica la nutricionista Catalina Martínez. Esta debe ser rica en verduras, frutas y carnes blancas. “El aceite de oliva, los frutos secos y el pescado son ideales para las personas que tienen la enfermedad”, explica.

Esto se debe a que estos no contienen grasa saturada, por lo que permiten la formación de los ácidos grasos nitro, que ayudan a disminuir la presión arterial, ya que bloquean la enzima epóxido hidrolasa. “Los aguacates, las nueces, la lechuga y la remolacha tienen grandes cantidades de estos nutrientes (nitritos y nitratos)”.

Algo importante sobre esta dieta es su capacidad de generar saciedad. Esto se debe a que se puede consumir hidratos de carbono. Lo más importante, sin embargo, es el consumo de pescado, pavo, pollo y tres porciones de fruta al día.

El chocolate

Es una buena fuente de antioxidantes, como son los flavonoides. Estos benefician a la salud cardiovascular y reducen la presión arterial. El consumo puede ser diario, pero moderado: no más de 30 gramos para controlar la presión en la sangre.

Remolacha

Este vegetal, también conocido como betabel, se convierte en nitrito al ser ingerido. Después, los jugos gástricos lo transforman en óxido nítrico. Este gas tiene un efecto dilatador de los vasos sanguíneos, lo que ayuda a mantener baja la presión.

¡Ojo con esto!

Si es posible, reduzca el consumo de carne de res a cero. Esto debido a que contiene grandes cantidades de grasa saturada, la cual contribuye a elevar tu presión arterial. También afecta a la formación de plaquetas y a la coagulación de la sangre y genera otros problemas en el corazón.

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