“Somos inocentes, lo vamos a demostrar”. Esto exclamaba ante los medios de comunicación uno de los seis aprehendidos como sospechosos del secuestro de Michelle Macías, hija de Adolfo Macías, alias Fito, líder de la organización delictiva Los Choneros, y de su amiga María Villavicencio.

El detenido expuso sobre la supuesta inocencia cuando salían de la Unidad de Detención Provisional de la Policía de Manta, provincia de Manabí, donde esperaban ser llamados a la audiencia, la tarde del miércoles 15 de diciembre.

La captura de los supuestos plagiadores (cuatro ecuatorianos y dos venezolanos) ocurrió 24 días después de que las jóvenes fueran liberadas en una vía de la zona rural de Manta, provincia de Manabí, tras permanecer bajo el poder de varios sujetos en una zona montañosa y remota.

Wilson Zapata, jefe nacional de la Unase, reveló que existen hipótesis que asocian el plagio con un conflicto carcelario. “Las investigaciones nos hacen presumir que existía una coerción hacia el padre de una de ellas para victimar a otro interno... Al momento las investigaciones están en proceso”, puntualizó Zapata.

El secuestro, recordó Patricio Almendáriz, jefe policial del Distrito de Manta, se registró el 17 de noviembre cuando ambas salían de una escuela de asesoría de imagen y belleza, ubicada en el barrio Los Gavilanes. Allí fueron embarcadas en un vehículo que tomó rumbo desconocido. Esa misma noche hallaron quemado un carro que habría sido usado para el ilícito.

Almendáriz enfatizó que para dar con los supuestos captores se realizó una operación comandada por la Unidad Nacional Antisecuestro (Unase) y la Dirección Nacional de Investigaciones.

Para este fin, hubo seis allanamientos simultáneos en las provincias de Manabí, Pichincha y Santa Elena.

“Hay indicios asociativos al hecho. Entre las evidencias logramos recabar 4 vehículos , 7 celulares, 7 tarjetas sim”, detalló el oficial de la Policía. (AG)