Un grupo familiar conformado por un padre y sus dos hijos sufrió un peligroso desplome de aproximadamente diez metros de profundidad cuando la estructura del puente del mirador de Indichuris, en la ciudad de Puyo, cedió repentinamente bajo sus pies.

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En testimonio audiovisual difundido en redes sociales, Jaime Bautista una de las víctimas, narró que realizaban un viaje turístico desde Ambato hacia esta zona natural. Tras cancelar el ingreso al atractivo turístico y comenzar su recorrido, decidieron tomarse fotografías sobre el puente de madera. Fue en ese momento que, según su relato, la estructura colapsó sin previo aviso.

"Fue un milagro que las ramas nos amortiguaran la caída, de otro modo no estaríamos contando esto" expresó Jaime Bautista con emoción contenida, al describir cómo las ramas frenaron su caída de diez metros. El afectado reveló un escalofriante detalle, El puente estaba abarrotado de familias con niños poco antes del colapso, hoy podríamos estar lamentando víctimas mortales.

Las declaraciones de los presentes apuntan a una negligencia por parte de los encargados, las tablas, consumidas por la humedad y el abandono, se quebraron como galletas. Lo más indignante, según Bautista, fue la cobarde huida del personal responsable "Ni un solo empleado vino a auxiliarnos".

La solidaridad vino de otros turistas que, arriesgando su propia integridad, bajaron al precipicio para rescatar a los heridos y organizar su traslado urgente en vehículos particulares, ya que el lugar carecía de protocolos de emergencia.

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Con firmeza, el afectado advirtió, "Presentaremos cargos legales; cobrar por acceso implica asumir la responsabilidad de brindar infraestructura segura". Los hechos evidencian negligencia pues aunque el sitio generaba ingresos económicos, las condiciones del puente podrido y frágil demostraban falta absoluta de mantenimiento preventivo.

Los tres miembros de la familia víctimas del incidente fueron conducidos urgentemente a la unidad médica para recibir atención de emergencia. Como parte del protocolo, se les practicaron radiografías y análisis específicos ante los persistentes dolores en la región dorsolumbar. 

Los diagnósticos revelaron que, si bien los impactos no comprometieron órganos vitales, la niña presentaba daños tisulares en la rodilla derecha y su hermano manifestaba un cuadro de politraumatismos superficiales en varias zonas corporales.

Con las primeras atenciones completadas y estabilizados los pacientes, el personal sanitario autorizó su regreso a Ambato, donde deberán someterse a un examen clínico detallado con su especialista de confianza para monitorear la evolución de sus lesiones y aplicar terapias de rehabilitación si fueran necesarias.

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