Cuatro sujetos fueron detenidos en Guamaní, en el sur de Quito, en un carro que tenía cubiertas las placas y dentro del mismo estaba instalado un sistema de balizas similares al que es utilizado por los policías.

Además, les encontraron un arma similar a una pistola calibre 9 milímetros y herramientas con las que presuntamente vulneraban las seguridades de otros autos y casas.

Los sospechosos fueron liberados luego de la audiencia de formulación de cargos, porque los uniformados habrían redactado mal el informe de balística, en el cual inicialmente constaba que el arma era apta para realizar detonaciones, pero más adelante en el mismo documento se especifica que es una pistola de juguete.

Esta fue arrojada del vehículo en el que iban los sujetos mientras se fugaban de los agentes policiales.

El nuevo mecanismo de robo

Una señora se acercó a los policías para comentarles que su esposo fue víctima de dichos individuos semanas atrás. Según ella, cuando su pareja salía de una cancha de fútbol y se dirigía a su auto para regresar a casa, observó el vehículo con las balizas prendidas y no le dio importancia porque creía que eran policías.

Sin embargo, descendieron varios sujetos con armas de fuego y supuestamente lo golpearon hasta dejarlo casi inconsciente. Días después, desconocidos llamaron a las víctimas para devolverles el carro a cambio de cinco ‘lucas’.

Los afectados aceptaron y por eso no quisieron poner la denuncia cuando los atraparon, por temor a represalias. 

Otro caso bajo el mismo modus operandi

A finales de abril, la propietaria de un consultorio dental, ubicado en San Bartolo, también fue víctima de delincuentes que se movilizaban en un vehículo sin placas y con balizas en el parabrisas.

De este se bajaron seis sujetos con pasamontañas y armas de fuego. Amedrentaron a sus víctimas y se llevaron todos los equipos odontológicos. Hasta el cierre de esta edición, los pillos no han sido capturados.

En este caso, la afectada le contó a EXTRA que creyó que eran policías haciendo algún operativo y nunca pensó que se trataba de peligrosos criminales.

El análisis de una experta

Ana Minga, perfiladora criminal, explicó que en el contexto de violencia e inseguridad que se vive en el país, “la sociedad ecuatoriana, en general, debe quitarse los estereotipos de los ojos”.

Según la experta, con los escenarios que se han presentado y que demuestran que la fuerza pública está infestada de corrupción, es ingenuo creer que un policía es sinónimo de bondad o que un patrullero llega para ayudar.

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También señaló que los delincuentes que se camuflan como policías al utilizar balizas, lo hacen como una forma de infiltrarse dentro de la sociedad. “Pretenden mimetizarse para que las personas agarren confianza y no sospechen de sus intenciones”, indicó.

Ante esta situación, Minga sugiere crear redes de apoyo entre los mismos vecinos, poner alarmas y crear chats con gente de confianza. Enfatizó que se debe ser cuidadoso, pues podría haber vecinos o policías que tengan complicidad con delincuentes.

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