Los cables aún tienen protagonismo en nuestro día a día. Son parte de los audífonos que te permiten escuchar música mientras te ejercitas, trabajas o simplemente porque sí; también del cargador que te permite extender la vida de tu computadora portátil o la de tu teléfono inteligente.

Aunque vivimos en una era de conexiones inalámbricas, lo cierto es que todavía se nos ‘cruzan los cables’ cuando nos encontramos frente a semejante enredo. Y es que organizar un ‘cablerío’ puede convertirse en una tarea molesta para más de uno, pues requiere de tiempo y paciencia; en algunos casos, lo peor ocurre y se rompen.

El ciclo del enredo

Enrollas el cable, lo guardas en tu mochila, el ajetreo continuo lo enreda y los nudos nacen. Según pudo comprobar la Universidad de California —citada por Xataka— “el propio movimiento al que se ven sometidos hacen que, en un cable enrollado, las secciones más cortas se van introduciendo en las mayores provocando así el enredo”. Hasta existen fórmulas para explicar las características de cada nudo.

¡Pilas! Ten en cuenta que los cables con longitud menor de 46 centímetros o mayor a 150 centímetros son menos propensos a ‘meterse en este embrollo’, según la investigación. Este dato por sí mismo ya proporciona una solución. Sin embargo, para evitar el desorden es necesario adoptar ciertas medidas...

¿Qué hago para conservar mis cables, evitar que se enreden o se dañen?

1) Para no tener este tipo de inconvenientes, lo principal es reducir su cantidad. Ten en cuenta que si no vas a usar uno de estos, es preferible que se quede guardado en tu cajón. Según Xakata, “una vez nos hemos quedado con el número de cables imprescindibles, si quieres reducir aún más puedes optar por comprar alguno de esos cables que incorpora diferentes ‘puntas’ con conexiones distintas”

2) Sobre la resistencia, los cables están preparados para aguantar aunque siempre hay límites. Según la elasticidad de uno es posible enrollarlo más o menos, pero siempre es recomendable dejarlo algo más suelto para no forzar. Pero, sobre todo, hay que tener mucho cuidado con las terminaciones. El punto en que se conecta cable y conector es el más débil, publica Xataka.

3) En cuanto a los auriculares, una opción, y más práctica, es llevarlos en una cajita o algún otro contenedor pequeño. La idea es que el cable no pueda moverse con tanta libertad y revelarse como cuando están en tu bolsillo, publica el portal Gizmodo.

Un recordatorio amistoso: No tienes que doblar con fuerza los cables de tus accesorios, pues es probable que te quedes sin estos... ¯\_(ツ)_/¯ Trata de mantener uno aislado del otro para evitar el clásico ‘cablerio’: permitirá que no se enreden; además, facilitará su búsqueda dentro del mar de objetos que puede ser una cartera, maleta o los cajones de tu habitación.