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Guayaquil

La banda criminal detrás de la matanza en Posorja–Playas: ¿por qué los mataron?
Trabajaban y residían en Santo Domingo, aunque eran oriundos de Manabí. A la esposa del conductor la llamaron para decirle: “Han matado a los cuatro”
Carlos Eduardo Ganchozo Arteaga tenía cuatro meses conduciendo el vehículo Kia negro, de placa GTK-1526, en el que fue asesinado junto a tres compañeros de trabajo la tarde del martes 9 de diciembre, en la vía Posorja-Playas, en Guayas.
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Ganchozo, de 34 años, era oriundo de Manta, pero llevaba más de una década residiendo y trabajando en Santo Domingo de los Tsáchilas. Allí se casó, formó su hogar y era padre de un niño de 12 años.
Junto a él fueron acribillados Angie Ruiz Medina, Jair Alexander Quimis Loor y Jorge Patricio Zambrano Candela, todos originarios de Manabí y radicados, al igual que Carlos Eduardo, en Santo Domingo.
Se enteraron por una llamada
Una cuñada contó que la familia se enteró de la tragedia luego de que un hermano de Carlos Eduardo recibiera una llamada preguntando si sabían algo de él, pues ninguno de los cuatro contestaba el teléfono.

“Llamaron a mi hermana y ella me escribió preocupada. Empezamos a localizarlos. Una amiga conocía a alguien en la Policía de Guayaquil. Con la placa del carro logró revisar y le mostraron una foto del vehículo. Le dijeron: ‘Mónica, este es el carro… han matado a los cuatro’. Ya habían llevado los cadáveres a Guayaquil”, relató.
Antes de conducir el Kia, Ganchozo había quedado desempleado tras trabajar como chofer de un camión para una empresa. Por ello decidió alquilar un vehículo y dedicarse a la conducción para mantener a su familia.
La allegada indicó que los restos de las otras tres víctimas fueron trasladados a sus cantones de origen: Angie, de 25 años, a Canoa (San Vicente); Jorge, de 42, a Tosagua; y Jair, a El Carmen, todos cantones manabitas.
“Ellos no eran delincuentes, sino gente trabajadora que viajaba a entregar ropa interior. Laboraban para una fábrica textil. Creemos que los confundieron”, afirmó la parienta de Ganchozo, cuyo cuerpo será sepultado este viernes en el camposanto Jardines del Edén, en Santo Domingo.

Policía investiga la matanza
El teniente coronel Óscar Orellana, jefe del distrito Progreso, al que pertenece el sector donde ocurrió la matanza, señaló que en esa zona tiene presencia la organización criminal Los Lobos y que posiblemente se trató de una confusión.
“Tal vez pensaron que eran parte de una agrupación criminal que estaba ingresando a su territorio. Son gente que no confía en nadie. Cuando creen que alguien no cumple lo que ellos disponen o sospechan de una fuga de información, las consecuencias son graves… podrían haberlos confundido. Los atacaron con pistolas y fusiles. Al intentar escapar quedaron estrellados contra una pared”, explicó el jefe policial. (AEB)
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