El sueño de tener un automóvil que vuele parece estar más cerca que nunca. Klein Vision, la empresa eslovaca detrás del proyecto, ha presentado el AirCar, un vehículo que combina las características de un coche y un avión, permitiendo que sus usuarios puedan circular por carretera y despegar hacia el cielo en cuestión de minutos.

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Desarrollado durante más de tres décadas, el AirCar es una “fusión de ingeniería de aviación certificada y diseño automotriz avanzado”, según sus creadores. Con un motor de 280 caballos de fuerza, el AirCar es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h en el aire y 200 km/h sobre la carretera. Además, puede volar una distancia de hasta 1000 kilómetros, lo que lo convierte en un híbrido entre avión y automóvil con un rendimiento sobresaliente.

Transición rápida y versatilidad en el diseño

Uno de los aspectos más impresionantes del AirCar es su capacidad para cambiar entre modo terrestre y aéreo en menos de dos minutos. Esto se logra mediante un sistema que retrae las alas y estabilizadores traseros, similar a cómo funcionan los techos rígidos de los autos descapotables.

El modelo más reciente de AirCar promete una conducción más prolongada, un tiempo de vuelo extendido y una conversión más veloz entre los modos terrestre y aéreo. Con más de 170 horas de vuelo y más de 500 pruebas de despegue y aterrizaje completadas, el vehículo ya ha demostrado su fiabilidad en el aire.

Certificación de aeronavegabilidad: un avance clave

En 2022, el AirCar logró un hito importante al obtener el Certificado de Aeronavegabilidad de la Autoridad de Transporte Eslovaca. Este certificado convierte al AirCar en uno de los primeros vehículos de su tipo en alcanzar un estándar oficial de aeronavegabilidad, aunque por ahora su uso se limita a vuelos controlados y no comerciales.

Klein Vision espera que el AirCar llegue al mercado en 2026, con un precio estimado que oscila entre 800.000 y 1 millón de dólares, lo que lo posiciona como un producto de lujo para los más exclusivos.

El futuro de la movilidad: ¿de los autos voladores a los vuelos urbanos?

Aunque el AirCar presenta avances notables, su uso sigue estando limitado a rutas entre aeropuertos y pistas autorizadas, ya que no es capaz de despegar desde áreas urbanas congestionadas. Este modelo se aleja del imaginario popular de autos voladores despegando desde avenidas o techos de edificios. En cambio, es más un avión compacto que puede circular por carretera, pero solo puede despegar desde pistas de aviación tradicionales.

A pesar de los avances del AirCar, la tecnología de vehículos voladores aún enfrenta serios obstáculos normativos y técnicos. En el pasado, varios proyectos similares, como Terrafugia y Moller Skycar, han tenido dificultades para superar la barrera comercial. Sin embargo, el AirCar es uno de los pocos que ha obtenido una validación oficial de aeronavegabilidad.

Desafíos regulatorios y de infraestructura

A pesar de los avances en la tecnología de vehículos voladores, el AirCar aún enfrenta desafíos regulatorios y de infraestructura significativos. Para operar uno de estos vehículos, los propietarios necesitarían una licencia de piloto, y los entes reguladores tendrían que rediseñar completamente las normas de tráfico aéreo, lo que podría llevar décadas.

El temor a los accidentes, como que un AirCar pierda el control y caiga sobre una zona poblada, también plantea preocupaciones sobre la viabilidad de este tipo de vehículos en un futuro cercano. Sin un sistema robusto de control del tráfico aéreo, el concepto de autos voladores urbanos sigue siendo una fantasía más cercana a la ciencia ficción que a la realidad.

Una opción para los multimillonarios, pero no para las masas

A pesar de las promesas tecnológicas del AirCar, es probable que este vehículo no altere el transporte urbano en el corto plazo. Más bien, se perfila como una opción exclusiva para aquellos que buscan una experiencia de lujo única, similar a la de los jets privados, más que una solución para la congestión del tráfico urbano.

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