Exclusivo
Buena Vida

Pequeños cambios en los hábitos nocturnos pueden transformar tu descanso.Freepik

Cuidar tus hábitos nocturnos es clave para un descanso reparador y saludable

Adoptar rutinas nocturnas saludables ayuda a dormir mejor y a mantener energía durante el día

El sueño es un componente esencial para mantener la salud física y mental, pero no siempre le damos la prioridad que merece. Los patrones de sueño que adquirimos en la infancia suelen convertirse en hábitos que nos acompañan durante toda la vida, por lo que modificar rutinas establecidas puede requerir tiempo y constancia.

(Lea esta no también: ¿Cuándo será el próximo feriado en Ecuador?)

De acuerdo con MedlinePlus, portal de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., la calidad del descanso está directamente relacionada con nuestros hábitos diarios y puede mejorarse con cambios sostenidos en el tiempo.

El insomnio, definido como la dificultad para conciliar o mantener el sueño, afecta a millones de personas. Aunque existen tratamientos médicos, muchos casos pueden mejorar con cambios simples en el estilo de vida y la organización de la rutina diaria.

¿Cuánto sueño necesitamos?

Para la mayoría de los adultos, entre 7 y 8 horas de sueño por noche son recomendables, aunque los niños y adolescentes requieren más horas para un desarrollo óptimo. Las personas mayores pueden necesitar menos sueño nocturno, pero es importante distribuirlo adecuadamente a lo largo del día.

Más allá de la cantidad, la calidad del sueño es determinante. Dormir de manera profunda y sin interrupciones, así como sentirse descansado al despertar, son indicadores de un descanso reparador que influye directamente en la concentración, el estado de ánimo y la salud general.

Cambios en el estilo de vida para dormir mejor

Durante el día, mantenerse activo y realizar ejercicio regularmente ayuda a regular el sueño. También se recomienda evitar siestas prolongadas y reducir el consumo de alcohol, tabaco y cafeína, especialmente en horas cercanas a la noche. Además, el manejo del estrés mediante técnicas de relajación, yoga, meditación o música puede favorecer la conciliación del sueño.

Antes de acostarse, escribir preocupaciones en un diario puede aliviar la mente y facilitar el descanso. Es igualmente importante escuchar al cuerpo y reconocer cuándo es necesario desacelerar el ritmo o tomar descansos durante el día

Hábitos a la hora de dormir

El entorno y la rutina nocturna influyen de manera directa en la calidad del sueño. La cama debe reservarse solo para dormir, evitando comer, trabajar o utilizar dispositivos electrónicos. Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días ayuda a regular el reloj interno.

Se recomienda realizar actividades relajantes antes de dormir, como leer o tomar un baño, y mantener el dormitorio oscuro, silencioso y a una temperatura agradable. Llevar a cabo una actividad relajante hasta que llegue el sueño ayuda a evitar la frustración y mejora la calidad del descanso a largo plazo.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!