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Buena Vida

“Era un gigante en un elenco de ‘chaparritos’”

Redacción Quito y Guayaquil
Fue la ‘inspiración’ para crear apodos dirigidos a la gente alta. ‘Ferrocarril parado’, ‘Manguera de bomberos’, ‘Maistro longaniza’, ‘Tubo de cañería’, entre otros sobrenombres por los que el actor Rubén Aguirre, de 82 años, quedará grabado en la memoria de los fanáticos de las series de ‘Chespirito’.
Su metro noventa de estatura ahora reposa en un féretro, luego de que una neumonía le ganara la batalla ayer, en Puerto Vallarta, al ‘Profesor Jirafales’, personaje que emblematizó al mexicano en El Chavo del 8.
Para el comediante quiteño Eduardo, ‘Mosquito’, Mosquera, “Rubén Aguirre no destacaba como cómico en el Chavo, pero por su estatura aportaba para el desarrollo de las escenas humorísticas que había en la serie”.
Su estatura fue, sin duda, uno de los elementos que agregó fuerza a su rol. Un actor que tiene lo mismo en común con Aguirre es Christoph Baumann, quien si bien dijo no tener una conexión de la infancia con el ‘Maestro longaniza’, sí encontró en su tamaño algo que compartir con él.
“Por mi estatura (mide 2 metros) y las referencias que me hacían sobre él porque compartíamos esa característica, empecé a fijarme en su trabajo e indudablemente, cuánto media cumplía un rol importante en sus papeles”, sostuvo el comediante alemán radicado en Quito.
Para él, “era ver un gigante en medio de un elenco de ‘chaparritos’” y su actitud bonachona, y algo torpe por su tamaño, agregaban humor a las escenas en las que participaba.


Distinto a los demás
“Él marcó la diferencia en ese elenco (El Chavo) por cómo estaba concebido su personaje. El Profesor era muy serio y rompía el esquema. Eso lo distingue de las demás personalidades de la comedia mexicana, que quizás estaban más enfocadas en la exageración o a la sobreactuación”, añadió Marcelo Gálvez, actor y director guayaquileño.  
Por su parte, la actriz y comediante Juana Guarderas destacó también la sobriedad que Aguirre mostraba en sus roles. Ella recordó su papel como Lucas Tañeda en los sketch de Chespirito.
“Su capacidad de manejar el humor desde un papel no protagonista, sino antagonista, que en el teatro se conoce como un ‘Augusto’,  resultaba en una entrega cómica diferente, con un humor casi absurdo, que hacía que su entrega se disfrute”, explicó la quiteña.


Su enfermedad le ganó la batalla
El mexicano habría fallecido por complicaciones relacionadas con una neumonía que padecía desde el mes pasado, informó su hija, Mónica Aguirre, a distintos medios internacionales.
Sin embargo, su salud estuvo quebrantada por algún tiempo. En agosto del 2014, su diabetes empeoró, al presentarse un cuadro crítico de deshidratación.
Asimismo, su estado lo llevó a, en 2015, emitir un comunicado a la opinión pública pidiéndole a la Asociación Nacional de Actores de México (ANDA) que pagara sus gastos médicos.
Con la muerte del comediante, ya son cuatro las ‘bajas’ en el elenco inicial del ‘Chavo del 8’. En 2015, falleció Roberto Gómez Bolaños, director e intérprete de El Chavo;en 1994, Angelines Fernández, quien interpretó a Doña Clotilde ‘La bruja del 71’, y Ramón Valdés, quien caracterizó a ‘Don Ramón, murió en 1988. (JP)