Controlar la presencia de roedores o reptiles en el jardín suele ser complicado, sobre todo en lugares donde la humedad y la vegetación favorecen su aparición. Afortunadamente, hay plantas que, por su aroma o propiedades naturales, resultan molestas para estos animales. Incorporarlas al paisaje en lugar de utilizar pesticidas permite obtener espacios más saludables, llenos de color y con una defensa ambientalmente amigable.

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Las plantas aromáticas o de olor fuerte generan una especie de barrera natural. El secreto está en los aceites esenciales que liberan ciertas plantas. Estos compuestos, aunque agradables para los humanos, resultan irritantes para el olfato de las ratas y ratones. Al depender de su sentido del olfato para desplazarse, los roedores evitan las zonas donde detectan aromas intensos, lo que disminuye su presencia de forma natural.

Menta, hierbabuena y lavanda: aromas intensos que desorientan a las ratas

La menta es una de las especies más conocidas por su capacidad para ahuyentar roedores, gracias a su perfume mentolado. Fresca, invasiva y de aroma intenso, resulta especialmente útil cuando se cultiva en macetas o sectores delimitados, evitando que invada otras plantas. 

La hierbabuena actúa del mismo modo: su alto contenido de mentol provoca rechazo inmediato en ratas y ratones, y también puede utilizarse mediante aceite esencial aplicado en pequeños recipientes dentro del hogar.

La lavanda, por su parte, es una planta que combina belleza y eficacia. Aunque su fragancia es relajante para las personas, las ratas la detestan. Ubicarla cerca de ventanas, caminos o entradas ayuda a crear una barrera aromática continua. Además, aporta color, atrae polinizadores y requiere pocos cuidados, por lo que su efecto repelente se mantiene a lo largo de su prolongada floración.

Especies con compuestos fuertes: ajo, cebolla, laurel y ruda

Dentro del grupo de plantas que funcionan como repelentes naturales también están el ajo y la cebolla. Ambas pertenecen a la familia Allium, conocida por sus compuestos sulfúricos que resultan especialmente molestos para roedores y reptiles. Plantarlas en el perímetro del jardín o intercaladas con especies ornamentales crea un entorno hostil para las plagas sin afectar la estética del espacio.

Otro recurso efectivo es el laurel, cuyo aroma fuerte resulta insoportable para las ratas. Llenar pequeñas bolsas con hojas trituradas y sitúalas en la despensa o tras los muebles para intensificar su acción en ambientes interiores. 

La ruda también destaca por su olor penetrante, capaz de alejar tanto roedores como insectos. Es resistente, crece bien en sol directo y puede combinarse con otras especies aromáticas para incrementar el efecto protector.

Plantas que ayudan a alejar reptiles: romero, caléndula y citronela

Además de roedores, algunas plantas también ayudan a mantener alejados reptiles como lagartijas o serpientes. El romero, por ejemplo, libera aceites esenciales que funcionan como repelente natural y, al mismo tiempo, aporta aroma mediterráneo al jardín. Sus hojas firmes y su crecimiento compacto lo convierten en una opción decorativa y funcional.

La caléndula y la citronela se suman a la lista de plantas recomendadas. La caléndula aporta color con sus flores naranjas y desprende un aroma fuerte que los reptiles suelen evitar. La citronela, por su parte, también llamada limoncillo, libera un perfume cítrico perfecto para crear bordes con efecto repelente. Además de su utilidad, estas especies elevan la diversidad y mantienen un jardín más saludable.

Cómo potenciar su efecto de manera segura y natural

Colocar estas plantas en lugares estratégicos del jardín marca la diferencia en la prevención de plagas. Es ideal situarlas en bordes, entradas o en las zonas donde se observe actividad de roedores. En interiores, resultan útiles en cocinas, despensas y garajes. Para intensificar su acción, se pueden preparar soluciones con aceites esenciales —como menta o lavanda— mezclados con agua y unas gotas de jabón, y aplicar en las áreas más críticas.

Estas especies no reemplazan las medidas básicas de limpieza. Aunque funcionan como prevención natural, no eliminan infestaciones severas, por lo que es necesario complementar su efecto con la eliminación de posibles refugios, como madera acumulada, escombros o vegetación alta. Su uso es seguro y ecológico: “A diferencia de los venenos o trampas, las plantas aromáticas no representan riesgos para mascotas ni niños, y además purifican el ambiente”.

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