A la hora de ‘tunear’ el carro, muchos conductores piensan en la forma de dejarlo con mejor ‘pinta’ antes que conseguir mejor rendimiento. Un ejemplo común es la iluminación de la ‘nave’.

Modificar los faros, cambiar el tipo de focos que utilizan, el color de la luz, así como montar reflectores son ideas comunes pero que al final pueden resultar perjudiciales.

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“Hay personas que montan luces amarillas por estética, pero este color es para manejar en la lluvia y en la niebla, como en la sierra, por ejemplo, ahí permite ver mejor, pero en la ciudad debe usarse luz blanca”, explicó Ronny Coello, administrador del taller de faros Zuko Car, en la calles Pedro Pablo Gómez, entre Andrés Marín y Babahoyo, al sur de Guayaquil.

El técnico también advirtió que es importante utilizar faros que alumbren pero que no encandilen, y eso se logra usando el tipo adecuado. Existen dos: faros reflectores y faros proyectores, también llamados lupas.

Los reflectores son los más comunes, vienen de fabrica en casi todos los modelos de gama baja y media, y usan una superficie reflectante en el fondo del faro para enviar la luz a la carretera.

Cuando se usa focos de gran potencia y brillo, generan un destello que ciega a los conductores en el sentido contrario de la vía, pudiendo causar un accidente.

El otro sistema es el de proyectores, que usan lupas delante del bombillo, que atrapan la luz, la magnifican y proyectan hacia la vía. Estos generan un patrón de iluminación muy definido que elimina el riesgo de cegar a otros conductores.

¿Cuánto tarda hacer una adaptación?

Coello detalló que además de reparar roturas, cambiar la mica de los faros y adaptarle lupas a los que usan reflectores son los trabajos más solicitados por sus clientes.

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Anotó que el tiempo que tarda depende del modelo y el tamaño del automóvil, pero que en un tipo sedán, hacer ambas cosa tarda alrededor de una hora, mientras que en una camioneta doble cabina, lo mismo puede tomar hasta cinco.

Sobre la adaptación de las lupas, precisó que el trabajo en cualquiera de los casos supera fácilmente los $ 100, necesita modificaciones en el cableado y no es reversible; si quiere volver al sistema antiguo, deberá comprarlos.

Halógeno vs. led

En el caso de los focos halógenos, estos difícilmente superan las 4.000 horas de uso, mientras que los de tecnología led tienen una vida estimada de entre 25.000 y 50.000 horas.

Los focos tipo led emiten una luz más definida, brillante y pueden fabricarse de cientos de colores, mientras que en los halógenos la luz es amarillenta y difuminada.

Mientras que un halógeno común puede generar entre 700 y 1.500 lúmenes (unidad de medida de brillo), un foco led de la misma potencia ofrece entre 2.000 y 12.000 lúmenes.

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