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Buena Vida

¡Qué “bonita vecindad”! Es la vecindad del Chavo
En el Día del Chavo del 8, que se celebrará cada año a partir de este jueves, recordamos cinco ocasiones en que el niño del barril demostró que el mundo pudiera ser una “bonita vecindad”.
La fama del Chavo del 8 es tanta que hasta tiene el ‘Día del Chavo del 8’. Sí, es hoy -8 de septiembre- y fue declarado por el Concejo de Los Ángeles (EE.UU.). La razón: porque siempre es un buen día para recordar al Chavo, ¡claro! si eres de los que creció con los capítulos de esta serie mexicana.
Hace 45 años salió al aire el primer episodio del programa de Televisa y es muy probable que en la mayoría de países de Latinoamérica se vea el show. Hasta en los puestos “alternativos” de venta de DVD se encuentra el show televisivo y bueno hasta en Netflix. En Televisa -como dicen ser muy pilas- produjeron un seriado animado para también captar la atención de nuevas generaciones, es decir ya no solo los nacidos en los 70 y 80; sino sus hijos.
Aquellos que no han visitado aún México, país de origen del programa, pensarán que muchas de las frases y palabras son creadas por los personajes. La realidad es que el ‘Chavo del 8’ plasma algunas cosas de la cotidianidad de las vecindades mexicanas y por ende su lenguaje. Muchos criticaron sus contenidos y otros defendieron el hecho de que sus personajes dejaban un mensaje positivo.
En EXTRA optamos por recoger las situaciones positivas de la cotidianidad del personaje, aquellas de “la bonita vecindad”; como la misma canción de la serie afirma. “No valdrá medio centavo, pero es linda de verdad”. Recuerda con nosotros las cinco lecciones que se nos ocurrió sobre la convivencia con los personajes del Chavo.
5. Cuando ayudó a un ladrón a recapacitar
Tras la aparición de un supuesto nuevo inquilino, el señor Hurtado, varios objetos empiezan a desaparecer en la vecindad: la plancha de Doña Cleotilde, los calzones de Doña Florinda y hasta la escopeta de Don Ramón.
El ladrón encuentra un escondite adecuado en el barril del Chavo. Esto provoca que lo acusen injustamente hasta que decide abandonar el lugar. La escena más destacada es cuando sus vecinos le gritan “ratero”.
El Chavo regresa. Le cuenta a Kiko que conversó con un cura y que este le dijo que rezará para que se solucionara todo. Kiko le responde que no ha funcionado porque no encontraban aún al ladrón.
La respuesta del Chavo es conmovedora: “yo no rece para que encontraran al ratero, rece para que el ratero se vuelva bueno y se arrepienta”. Su bondad hizo reflexionar señor Hurtado que pasaba por el sitio y lo escuchó: devolvió todas las cosas y lo invitó una torta de jamón. Nadie jamás supo que fue él.
4. Cuando salvó la Navidad
El Chavo es un niño sin familia y, aunque en ciertos episodios afirma que vive en el departamento 8, a lo largo de la serie no es posible confirmar que tenga un hogar. Por lo tanto, en Navidad lo invitan a pasar en casa de Doña Florinda con el resto de inquilinos.
Tras recibir su regalo, un camión de juguete, por parte del señor Barriga, les dio una sorpresa a todos. El niño recuerda a la portera de la vecindad y a su pequeño hijo y decidió obsequiarle el presente que había recibido.
La frase notable del episodio es su respuesta a Kiko. Cuando él le pregunta si cedió su obsequio al hijo de la conserje, el Chavo del 8 responde: “claro, no ves que es un niño pobre” y conmueve a todos con su acción.
3. Cuando dio una cátedra sobre valores
En el episodio denominado ‘Don Ramón Zapatero’, el Chavo y Kiko discuten como sucede usualmente en la serie. En repetidas ocasiones Kiko lo golpea y cuando al fin cesa, el Chavo le da una lección tanto a su coprotagonista como a la audiencia.
“Yo no te pego porque la venganza no es buena: mata el alma y la envenena”.
2. Cuando entendió la importancia de perdonar y ser perdonado
En el capítulo sobre el Día de la Amistad, el Chavo entiende el verdadero significado de esta fecha tras una pelea con Kiko. La escena destacada muestra al protagonista haciendo una pataleta.
Estaba molesto con sí mismo por no comportarse correctamente en ese momento especial. El Chavo entiende que debe pedir disculpas y toma la iniciativa. Una vez más el Chavo del 8 salva el día.
1. Cuando entonó una oda a sus amigos
Durante las vacaciones del Chavo en Acapulco, la escena de la fogata es tal vez una de las más conmovedoras de la serie. En esta parte, el protagonista entona una oda dedicada a sus amigos de la vecindad: “prometamos despedirnos, sin decir adiós jamás”, canta el niño del barril y nos muestra la importancia de la amistad.

