¡Barcelona, campeón de la LigaPro Indígena 2025! Así, sin anestesia. Primero hubo memes, luego videos entre risas y, al final, la señal más clara de que en el fútbol todo puede pasar.

Lo que comenzó como broma terminó siendo realidad: un Barcelona de la comunidad indígena, de residentes que salieron de Guacona San Vicente, en Colta, Chimborazo, levantó el trofeo en un torneo que nació en Guayaquil y que fue hasta transmitido por televisión. Se jugó en el estadio Modelo Alberto Spencer y las canchas sintéticas que están alrededor.

Todo nació en el 2021 

La LigaPro Indígena vio la luz el 8 de marzo del 2021. La semilla la plantó Diego Guaylla, un soñador que entendió que el fútbol también es cultura, historia y resistencia.

“La idea era darle a la comunidad un torneo que esté a la altura de gente trabajadora, de gente que le gusta el fútbol y que hizo de Guayaquil, Durán, Nobol o Pascuales su nueva casa”, explica Diego.

Así se inscriben los jugadores

Para él, la identidad no se pierde, se carga. “La mejor manera de saber que son indígenas es por los apellidos o la descendencia”, explica. Muchos de los jugadores nacieron ya en la Costa, pero sus raíces están ancladas a Chimborazo, Tungurahua, Imbabura, Cañar. Y no lo olvidan.

Después de aquel Barcelona campeón, la pelota no paró. Hoy son 48 equipos, casi 1.000 jugadores registrados: empleados, emprendedores, empresarios, todos metidos en el mismo sueño. Y como en el fútbol profesional, aquí también hay jerarquías.

Muchas categorías en todas las edades

La Serie A exige siete jugadores indígenas en cancha y cuatro refuerzos mestizos. Entre ellos aparecen cracks que han pasado por la Segunda Categoría e incluso por la Serie A y B del balompié profesional. En la Serie B no hay mezcla: once de once deben tener sangre indígena. Es fútbol de barrio, pero con alma ancestral.

En la dirigencia también hay fuerza joven. La guapa Melany Balla, vicepresidenta de la Liga, quien sabe de marketing y de modelaje, pone orden y estética. “Es una manera de visibilizar todo lo que hace nuestra comunidad. Nos conocen que somos megatrabajadores y ahora tenemos nuestra propia liga”.

Y sobre el nombre, Melany lo aclara con frescura: “Lo de LigaPro Indígena es el nombre que le pusimos, pero todo lo que generamos es con gente indígena”.

Lo que nació en Guayaquil hoy late en Durán, Morona Santiago, Machala, Otavalo, Chimborazo. Son cientos de equipos, miles de historias, un mismo orgullo.

La quinta edición se juega ahora mismo en el Complejo Modelo Sport y en el Modelo Alberto Spencer, con equipos divididos entre Serie A y Serie B, Femenino, Infantil (LPI Kids), Sub-40, torneos libres y relámpagos.

Es deporte, pero también cultura. Es competencia, pero también identidad. Es un puente generacional para que la raíz no se rompa.

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