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¿Quién es Emily Arias, la goleadora ecuatoriana de la Copa América Femenina?
Copa América Femenina: Emily Arias y sus goles con dedicatoria especial
Emily Arias está en boca de todos. ¿Por qué? Porque hizo lo que pocos logran: lleva dos goles con Ecuador en la Copa América Femenina. Y no solo goles, ¡golazos con dedicatoria! “El primero (ante Uruguay) fue para mi mamá, Marcia.
Era su cumpleaños y yo le prometí que si hacía un gol, era su regalo. Y mira, entró la pelota. Ese fue para ella, para mi familia y para todo el país”, relata mientras se le escapa una sonrisa que no puede disimular.

Emily Rosa Arias Espinales tiene 22 años y en su casa no es Emily ni Rosa, sino Perijá. “Mi papá me dice así desde hace años. Dice que me parezco a una actriz, y se quedó ese apodo. En la selección me dicen Chiquita, pero en mi casa soy Perijá”, explica.
Aquí la historia de Emily Arias en vídeo
Se metió a la cancha “por accidente”
Emily no nació pateando un balón. “A mí me gustaba estudiar, pero mi hermano me metió en esto. Un día me llevó a su entrenamiento y me dijo: ‘Ven, entra a jugar’. Y ahí comenzó todo”, recuerda. Tenía 11 años y jugaba con varones. “Cada vez que jugaba, marcaba goles. Era delantera, siempre fui de atacar. No me gustaba defender”.
¿Hubo críticas? Sí. “Algunas mamás decían: ‘Cómo le van a dejar jugar a esa niña flaquita con varones’. Pero mi familia siempre me apoyó. Mi mamá y mi papá gritaban desde la tribuna: ‘¡Dale, Emily!’. Creo que ese respaldo me hizo llegar hasta aquí”.
De Dragonas a Brasil
Emily pasó por San Francisco, Dragonas de Independiente del Valle y ahora juega en el América de Brasil. Sí, en una de las ligas más fuertes del mundo. “Me fui sola, fue duro, pero quería crecer. Brasil es exigente y eso me ayuda. Mi primer gol allá fue un alivio. Me dije: ‘Ahora sí, ya empiezo a marcar más’”.
Se fue sola, pero con la cabeza en alto. “Fue un paso muy lindo para mi familia también, aunque me extrañan mucho. Yo soy soñadora, pero también trabajadora. No todo es sueño, hay que esforzarse”.
Emily juega con el número 7. ¿Por qué? “Por Cristiano Ronaldo. Es mi ídolo, me encanta su disciplina, su profesionalismo”.

¿Patines o fútbol?
Emily no es solo fútbol. Si no estuviera en la cancha, estaría sobre patines. “Me encanta el patinaje artístico, el baile. Si Dios me decía ‘Esto del fútbol no es para ti’, quizás ahora estaría haciendo piruetas en patines. Pero amo el fútbol y no lo cambio por nada”.
¿En qué gasta Emily su plata?
Aquí viene lo jugoso: Emily no gasta en tecnología ni en lujos. Lo suyo es el cabello. “Siempre me pintaba el pelo, pero se me empezó a caer. Tres años de pintármelo y ya no aguantó. Gasté un montón en tratamiento para recuperarlo. Creo que eso es lo más caro que he pagado”.
Así, mientras muchas chicas sueñan con zapatos de marca, Emily sueña con goles y con un cabello perfecto.

Sueños grandes: Los Ángeles 2028
Emily lo dice sin miedo: “Sueño con (las Olimpiadas) Los Ángeles 2028. Este torneo clasifica a los Juegos Olímpicos y sé que con este equipo podemos lograrlo. Soy soñadora, pero también sé que hay que trabajar. Nada llega fácil”.
Chile, el partido clave
El lunes 21 de julio se viene Chile y Emily lo tiene clarísimo: “Es un partido clave, el que nos mete casi en la clasificación. Vamos con todo”.
Antes de despedirse, Emily suelta la frase que la define: “Siempre hay que soñar, pero también trabajar. Hoy juego para mi familia, para mi país y para esa niña de 11 años que un día se metió a una cancha de varones sin imaginar que iba a estar aquí”.
Ahí está Emily Arias, la goleadora que le regala goles a su mamá, que sueña con Los Ángeles y que se deja el sueldo en tratamientos capilares, pero que, sobre todo, juega con el corazón.