Si bien lo más destacado del empate 1-1 de Ecuador ante Estados Unidos, en el estadio de Austin, Texas, el viernes 10 de octubre del 2025, fue el gol de Enner Valencia, la verdadera fiesta se vivió después del pitazo final. Desde las gradas hasta la cancha se transformó en un lugar de emociones, lágrimas, risas y selfies.

Los hinchas salieron ganando por quedarse hasta el final

Fue ahí donde los hinchas ecuatorianos —que llegaron desde Nueva York, Dallas, Los Ángeles y hasta Guayaquil— hicieron sentir que la Tri no juega sola.

“Vinimos solo a verlos de cerca, a sentir que estamos más cerca de casa”, contó Wilson Muñoz, uno de los aficionados que viajó más de cinco horas por carretera para ver a la Selección.

“Lo del estadio fue bonito, pero lo que pasó después fue una locura. Los jugadores se portaron de diez, sobre todo Pacho. Qué humildad la de ese chico”, relató aún con la voz quebrada por la emoción.

Y es que entre los más solicitados estuvieron Willian Pacho, Pervis Estupiñán, Kendry Páez, Hernán Galíndez y Félix Torres. Los cinco fueron rodeados por una marea amarilla que buscaba una foto, una firma o un simple saludo. Pero el que se robó el show fue Pacho, el defensa del PSG, quien se tomó su tiempo con cada seguidor.

“La actitud de Pacho fue impresionante: su cercanía con los hinchas, su carisma y la calma con la que se acercaba a todos destacaron por encima de todo. Para muchos era la primera vez que lo veían tan cerca”, recordó Muñoz.

Autógrafos, fotos y vídeos para los hinchas

El momento más emotivo ocurrió cuando una joven, que había viajado desde Dallas, logró que Pacho le firmara su camiseta. El defensor le preguntó si quería más autógrafos, y con una sonrisa le estampó su firma en varias camisetas y banderas. “La gente ha viajado desde lejos, se merece nuestro respeto”, alcanzó a decir Pacho mientras se dirigía al camerino, sin dejar de regalar abrazos y fotos.

Kendry Páez también fue uno de los más buscados. El joven mediocampista recibió una ovación de los niños, quienes lo ven como el futuro del fútbol ecuatoriano. Pervis Estupiñán, por su parte, se mostró relajado y conversó con varios aficionados antes de ir al camerino. Galíndez y Torres, siempre sonrientes, también dedicaron tiempo a los hinchas.

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