Kendra Quiñónez no tembló. Con una sonrisa enorme, agarró la pelota oficial y se la entregó al alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, en el acto inaugural del torneo Municipal LigaPro Kids 2025. Sin nervios, como si fuera su casa, empezó a tocar la pelota con el propio Alcalde, como si compartieran equipo desde siempre.

Frente a Kendra había miles de niños y padres - hinchas en las gradas del estadio Christian ‘Chucho’ Benítez, arrancando con fiesta el torneo infanto-juvenil más grande del país.

Y esa pelota que rodó no se detendrá durante semanas, porque este campeonato se jugará en todos los rincones de Guayaquil, con equipos llegados desde distintos puntos del Ecuador.

El juramento deportivo lo hizo Guillermo Salame, del Colegio Menor. Pero no fue un “sí, juro” cualquiera. Fue gritado con alma, pecho y corazón por miles de pequeños que sueñan con ser cracks.

Miguel Ángel Loor, presidente de LigaPro, no escondió la emoción: “Es especial ver a más de 15.000 niños en este torneo. Empezamos con la idea de tener 3.000 o 4.000 y el alcalde me dijo: ‘¡No! Vamos por 10.000 mínimo’... y hoy somos 15.000. Es el torneo más grande de la historia para niños en Ecuador”.

Desde el equipo Fuerza Quinde, el jugador Bruce León lanzó un aviso: “Estamos motivados y vamos por el campeonato. Acuérdense de este nombre: Fuerza Quinde”.

El torneo que Aquiles soñó

El alcalde Álvarez se puso nostálgico. De joven fue arquero y delantero, y confesó que le habría encantado jugar un torneo así. “Esto no tiene costo para los niños. Gracias a los padres por confiar. La inversión supera el 1.4 millones de dólares. Estamos formando personas, potenciando talento y construyendo futuro”.

Destacó que el torneo tiene árbitros profesionales y se juega en toda la ciudad. “Esto nos une. Si trabajamos en serio, vamos a alejar a los chicos de la violencia. ¡Cuenten con el Municipio y con LigaPro!”.

Mientras que Felipe Quiñónez, DT del Club Los Diamantes, lo dijo claro mientras miraba a sus jugadores desde la banca del ‘Chucho’: “Cambiar los entrenamientos de canchas de tierra por jugar en un estadio profesional es ya una motivación gigante”.

Y así comenzó el torneo. Rodó el balón y con él los sueños. Goles, abrazos, ilusiones... lo que se viene es el futuro del fútbol ecuatoriano.

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