Fue volante de contención en Filanbanco, Deportivo Quito y Barcelona. Y jugó dos Mundiales con la Tri: en 2002 y en 2006. Ahora, a sus 51 años, Marlon Ayoví está haciendo realidad el sueño de toda su vida: dedicarse a buscar talentos.

Su campo de acción es la Primavera 2, de Durán, donde de lunes a viernes trabaja en las divisiones menores de su equipo, Ferrocarril, y del elenco de Segunda Categoría del Guayas.

Un sueño que al fin se concreta...

Gracias a la bendición de Dios, estoy haciendo realidad el sueño de toda la vida: poder tener mi escuela de fútbol, pero trabajarla yo mismo. Estoy cumpliendo el sueño, soy el presidente del Club Especializado Ferrocarril, en Durán, donde nací. Tengo un complejo en comodato y quiero trabajar de lleno. Este cantón necesita que sus pequeños estén con la mente metida en el deporte. Será con chicos desde los siete años en adelante.

Durán necesita que los niños y jóvenes tengan la mente ocupada en cosas positivas.

Estamos en un sector popular de Durán. Queremos tener a los chicos ocupados y qué mejor que sea con el fútbol. La idea es poder darles una opción de vida a los muchachos, como la tuve yo en mi tiempo.

¿Arrancaron de lleno?

Estamos en el proceso de adecuar las canchas. Queremos darles a los chicos una estructura buena, para que se dediquen de lleno únicamente a entrenar. Por ahora tenemos al equipo de Segunda (categoría), que debuta ante Naranja Mecánica. En las próximas semanas ya comenzaremos a laborar con el resto de categorías.

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Entonces, ahora lo llamaremos el ‘profe’ Ayoví.

Aprendí de muchos entrenadores que he tenido, desde la jocosidad y mano fuerte del Bolillo Gómez hasta la seriedad de Dussan Drascovick.

Sin duda, ayuda su experiencia de tantos años en el fútbol.

Es hora de compartir mi experiencia. Son 87 partidos que jugué con mi selección. Sé que puedo dar mucho de mis vivencias con la juventud de Durán, que lo necesita de urgencia.

¿Se ve reflejado en los chicos de ahora?

Es como verme en los chicos de 12 a 14 años, que llegan todos flaquitos pero con trabajo van consiguiendo musculatura y muchos secretos del fútbol. Es hora de devolver a este deporte todo lo que me ha dado.

Usted viene de una operación al corazón, ¿de eso cómo está?

Gracias a Dios, quedé bien. No juego como antes, pero todavía ‘la muevo’ los fines de semana.