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Ecuador

Ariana Jiménez: el mensaje de su madre tras condena del asesino de su hija y nieto
Oscar Espinoza fue hallado culpable de desaparición involuntaria con resultado de muerte y condenado a 22 años de prisión.
"Nada me devolverá a mi hija y a mi nieto, pero nada se escapa de la justicia de Dios y hoy Él obró también en la justicia terrenal. Se hizo justicia, hija mía". Con estas palabras llenas de dolor y resignación, Jessica Andrade, madre de Ariana Valentina Jiménez Andrade, expresó el cierre de un largo y angustiante capítulo que mantuvo en vilo a toda Manabí.
El 9 de septiembre de 2025, Oscar Espinoza fue sentenciado a 22 años de prisión por la desaparición y muerte de su expareja, Ariana, quien estaba embarazada. El crimen, ocurrido el 14 de junio de 2024 en Portoviejo, conmocionó a la comunidad y generó un clamor constante por justicia.
Según la Fiscalía, Espinoza, ex pareja de Ariana, no aceptaba el embarazo porque estaba por casarse con otra mujer. Los investigadores sostienen que se trató de un acto calculado y frío, que arrebató dos vidas: la de la joven de 21 años y la del hijo que esperaba.
Durante el funeral, Jessica Andrade protagonizó un momento simbólico que quedó grabado en la memoria de todos: elevó tres globos, blancos y celestes, al cielo, prometiendo que lucharía incansablemente para que se hiciera justicia por su hija y su nieto. Ese gesto se convirtió en un emblema de esperanza y determinación frente a la tragedia.
Un camino de incertidumbre y dolor
Tras casi cuatro meses de incertidumbre, el 3 de octubre de 2024 el cuerpo de Ariana fue encontrado en una loma de la vía Cuatro Esquinas–Zapallo. El análisis forense confirmó su identidad y reveló la crudeza del crimen. Desde entonces, Espinoza estuvo bajo la lupa de las autoridades, que recopilaron evidencias que finalmente llevaron a su condena por desaparición involuntaria con resultado de muerte, según el artículo 161.1 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).

La familia de la víctima, aunque aliviada por la sentencia, mantiene la herida abierta, mientras que los familiares del condenado guardan silencio y la defensa estudia una posible apelación. Para Jessica Andrade, la justicia terrenal llega tarde, pero su mensaje es claro: la memoria de Ariana y de su nieto será recordada, y la lucha por ellas continuará.
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