La tranquilidad de la parroquia rural Vuelta Larga, al sur de la ciudad de Esmeraldas, volvió a romperse la noche del jueves 16 de octubre de 2025 cuando sujetos no identificados dispararon en repetidas ocasiones contra una vivienda de dos pisos. El ataque, según moradores, ocurrió pasadas las nueve de la noche y causó pánico entre los vecinos que se refugiaron en sus casas mientras las ráfagas estremecían la comunidad.

En la planta baja del inmueble afectado funciona una pequeña tienda de abarrotes, punto de encuentro diario de los habitantes del sector. Aunque no se reportaron heridos, los impactos de bala en las paredes y puertas de metal evidencian la violencia del ataque. Las autoridades investigan las causas, pero una de las principales hipótesis apunta a una posible intimidación relacionada con extorsión, modalidad delictiva que se ha vuelto común en la provincia.

Este hecho se suma a una serie de ataques registrados en las últimas semanas. El viernes pasado, en la misma parroquia, un joven fue asesinado a tiros en plena vía pública, lo que aumentó la sensación de inseguridad entre los residentes. “Ya no se puede vivir tranquilo, aquí cada semana hay disparos o muertes. Necesitamos presencia policial permanente”, expresó un vecino que prefirió mantener su nombre en reserva por temor a represalias.

Los habitantes de Vuelta Larga aseguran que la violencia amenaza con destruir el ambiente turístico que solía caracterizar a esta zona rural conocida por su balneario de agua dulce, visitado los fines de semana por familias de toda Esmeraldas. Hoy, sin embargo, el miedo ha reemplazado al bullicio de los visitantes.

Otro ataque similar se registró hace una semana en San Mateo 

La situación de inseguridad no es exclusiva de Vuelta Larga. A inicios de esta semana, en la parroquia rural San Mateo, otra vivienda fue atacada con armas de fuego, sin que se registraran heridos. Los moradores atribuyen estos hechos a la falta de control policial y piden que se refuercen los patrullajes, sobre todo en horas de la noche.

Mientras tanto, la Policía Nacional continúa con las investigaciones para determinar a los responsables de estos ataques, que mantienen en zozobra a las comunidades rurales del cantón Esmeraldas, donde el sonido de los disparos se ha vuelto una señal más de la creciente violencia que golpea a la provincia.

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