La rutina de control que los guías penitenciarios realizaban la mañana del martes 23 de septiembre en el Centro de Rehabilitación de Loja terminó en un hallazgo estremecedor. Al llegar al pabellón E, encontraron a un interno sin vida dentro de uno de los baños, colgado con una soga amarrada a la puerta. De inmediato, el personal alertó a las autoridades policiales para iniciar las investigaciones.

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Tenía antecedentes

El fallecido fue identificado como Jhonny Michael Pérez Aristega, de 23 años. Según los reportes oficiales, contaba con antecedentes penales por tenencia de armas desde 2021 y recientemente había sido detenido tras un ataque armado contra un guía penitenciario. En ese hecho, ocurrido semanas atrás, Pérez habría disparado contra el funcionario antes de huir, pero finalmente fue localizado en el barrio Los Rosales, donde le incautaron un arma de fuego. Tres personas más estarían vinculadas en ese intento de sicariato.

Tras el hallazgo, agentes de la Dinased y de Criminalística ingresaron al pabellón para levantar indicios y proceder con el retiro del cuerpo hacia el centro forense, donde se practicará la necropsia de ley. Entre las primeras diligencias se incluyeron la fijación fotográfica, el embalaje de la soga utilizada y la verificación de registros dentro del área.

La muerte de Pérez ha abierto dos líneas de investigación. Una apunta al suicidio, posiblemente provocado por la presión de los procesos judiciales en su contra. La otra hipótesis sugiere que pudo haber sido silenciado para evitar que revelara quién lo contrató para atentar contra el guía penitenciario. Las autoridades aún no descartan ninguna de estas posibilidades.

Mientras tanto, el ambiente dentro del centro carcelario permanece bajo estricta vigilancia. Se reforzaron las medidas de seguridad y se analizan las cámaras de videovigilancia para establecer qué ocurrió antes del hallazgo. La Fiscalía y el sistema penitenciario informaron que la investigación seguirá su curso hasta esclarecer el caso.

Hasta el cierre de esta edición no se conocen los resultados de la autopsia ni las conclusiones de las pericias. El hecho ha causado conmoción entre los internos y generada preocupación en el personal penitenciario, que exige mayor control para evitar nuevos incidentes dentro de la cárcel de Loja.

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