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Ecuador

La víctima, que vestía una blusa roja, una falda corta y una licra, flotaba en el agua.EXTRA

Hallazgo en Quinindé: Desaparecida estaba en el río con la cabeza rapada, ¿por qué?

La víctima poseía una larga y frondosa cabellera, pero la encontraron sin un pelo

El río devolvió el cuerpo de una joven de 22 años que hasta hace pocos días reía y caminaba. El cadáver hallado en el sector Churero, parroquia Malimpia, en el cantón Quinindé, provincia de Esmeraldas, era de Nicol Castro Nieve Campos.

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La familia había reportado a la mujer como desaparecida cinco días atrás, hasta que la mañana de este lunes 10 de noviembre de 2025 conocieron del horroroso hecho.

Los bomberos de Malimpia llegaron primero, seguidos por personal de la Policía. Fue un levantamiento de rutina en una tierra donde la muerte hace tiempo dejó de ser un acontecimiento excepcional. Sin embargo, el detalle que más estremeció a los presentes no fue el disparo preciso en la cabeza de la víctima, sino la ausencia de su cabello.

Nicol tenía una cabellera larga, abundante y bien cuidada. Su familia lo reafirmó con pocas palabras y un gesto seco. Era, para muchos, su rasgo más visible, casi un símbolo de identidad. Sin embargo, cuando el cuerpo apareció en las aguas turbias, su cabeza estaba rapada por completo. Un aparente acto frío, meticuloso y simbólico.

Entre los investigadores ataban cabos ante la posibilidad de que le hubieran cortado el cabello y vendido. “Puede costar mínimo 300 dólares”, comentó uno de ellos.

Para el psicólogo clínico Hernán Caicedo, el rapado tiene un significado claro: “En muchas culturas, el cabello de una mujer representa su feminidad, su atractivo y su poder social. Cortarlo no es solo despojarla de algo físico, es arrebatarle simbólicamente su identidad. Es decirle ‘ya no eres tú’. Este acto suele usarse en dinámicas de dominación y castigo, especialmente cuando hay sentimientos como posesividad, resentimiento o desprecio”, resume. Es un gesto que humilla incluso cuando la víctima ya no respira.

Víctima de una posible venganza

No obstante, la hipótesis que toma fuerza en la mesa policial apunta a una venganza, quizás un lío sentimental o una envidia silenciosa que ardió durante demasiado tiempo.

Lo de Nicol tiene algo de ritual macabro. Los investigadores exploran vínculos amorosos, disputas íntimas y círculos de confianza.

Quizás alguien quiso borrar Nicol antes de que el agua se la llevara. Pero el río no olvida. Lo devuelve todo. Y en Esmeraldas, el silencio también habla.

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