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Ecuador

Manta: cuatro meses sin sueldo llevan a los agentes de tránsito a una huelga extrema
La medida empieza a generar secuelas entre los huelguistas. Uno de ellos se descompensó y fue trasladado a una casa de salud. Hoy esperan noticias
En los bajos del Municipio de Manta la escena es devastadora. Cuerpos debilitados, rostros pálidos y miradas perdidas narran una historia de abandono y desesperación. Los agentes de tránsito del puerto manabita cumplen hoy su tercer día de huelga de hambre, una medida extrema que refleja el límite de la paciencia y el sufrimiento de quienes llevan cuatro meses sin cobrar sus sueldos.
Entre cadenas, carteles y botellas de agua vacías, el ambiente es desalentador. La tarde del martes 22 de octubre, uno de los agentes colapsó y tuvo que ser trasladado por los bomberos hasta una casa de salud. Sus compañeros solicitaron la atención emergente.
Zambrano asegura que lo que están viviendo es insostenible. “Hemos gastado nuestros ahorros, nos hemos endeudado, y algunos compañeros trabajan de albañiles y en otras actividades en sus horas libres para poder llevar algo a sus casas. Hay padres que no pueden comprar pañales, ni pagar las pensiones escolares. Es lamentable”, relató, mientras a su lado uno de sus compañeros se mostraba encadenado y a la vez agotado.
Una institución intervenida
La Empresa Pública de Movilidad de Manta, a la que pertenecen los agentes, permanece intervenida por la Policía Nacional tras una operación liderada por el Gobierno Nacional. La intervención se produjo luego de revelarse presuntas irregularidades y actos de corrupción dentro de la entidad, que también administra la Terminal Terrestre de Manta.

A las afueras del municipio, familiares y compañeros acompañan la vigilia con velas encendidas y oraciones. Este jueves, los agentes prometen ofrecer un nuevo pronunciamiento. Pero la advertencia ya está sobre la mesa: si no hay respuesta, radicalizarán su protesta.
Durante una de las noches de protesta, los compañeros realizaron una vigilia con velas encendidas, iluminando el lugar con pequeños destellos de esperanza. Entre oraciones, lágrimas y silencio, familiares y amigos acompañaron a los agentes, pidiendo fortaleza y una pronta respuesta de las autoridades.
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