EXTRA y la magia navideña dejó sus cartas a Papá Noel en el buzón oficial de Finlandia
Finlandia es el hogar oficial de Papá Noel, un personaje global que combina magia, turismo y logística desde el Círculo Polar Ártico
Papá Noel recibe miles de cartas cada año en su buzón oficial ubicado en Finlandia, uno de los puntos turísticos más visitados durante la Navidad.
Finlandia es el país de Papá Noel, el señor más famoso del mundo, y no por cantar o bailar hasta abajo. El gordito de traje rojo y barba eterna no vive de la improvisación: en ese rincón helado del norte de Europa se da el lujo de tener dos oficinas, porque hasta la magia necesita logística.
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Diego Alfonso Alvarado Franco
La primera es la Cabaña de Papá Noel, en el aeropuerto de Helsinki. Sí, aeropuerto: donde aterrizan aviones, sueños y cartas con mala ortografía. Ahí está el buzón oficial, una cabaña navideña auténtica, abierta todo el año, aunque Papá Noel solo aparece en diciembre, como político en campaña.
El otro punto es el Pueblo de Papá Noel, en Rovaniemi, Laponia, su ciudad natal oficial, en pleno Círculo Polar Ártico. Frío eterno, corazón caliente. Ahí nacen los secretos navideños, los renos con contrato vitalicio y los regalos que llegan tarde pero llegan.
El famoso buzón oficial de Papá Noel en Helsinki, Finlandia.
EL BUZÓN DE PAPÁ NOEL
EXTRA estuvo frente al buzón sagrado y dejó tres cartas gigantes del pueblo ecuatoriano: una pidiendo paz, otra pidiendo suerte para la Tri en el Mundial 2026 y la tercera preguntando si también hace milagros en el fútbol con Barcelona.
Querido Papá Noel:
Este año no te escribo para pedir juguetes ni regalos. Te escribo como ecuatoriano, con el corazón cansado y con miedo, para pedirte algo más grande: que se vaya la violencia de mi país. Que las balas no sigan apagando sueños, que las familias puedan volver a dormir tranquilas y que los niños jueguen en las calles sin temor.
Ecuador es un país trabajador, solidario, de gente buena, pero hoy vive rodeado de dolor, crimen y despedidas injustas. Regálanos paz, justicia y esperanza. Ayúdanos a recuperar la confianza, a cuidarnos entre todos y a creer que sí se puede vivir mejor. No queremos más luto ni silencio. Queremos volver a sonreír, abrazarnos sin miedo y sentir orgullo de nuestra tierra. Eso es todo lo que te pido.
El sauna que utiliza Papá Noel todos los diciembres.
Atte.,
Con fe, un ecuatoriano.
Ñaño Papá Noel:
Te escribo desde Ecuador, con el corazón pintado de amarillo, azul y rojo. Para el Mundial 2026 no te pido juguetes, te pido alegrías. Sueño con ver a la Tri valiente, ordenada y atrevida, parándose sin miedo ante Alemania, jugándole de igual a igual y ganándole con fútbol y carácter. Sueño con superar a Costa de Marfil con intensidad, presión alta y goles que gritemos hasta quedarnos sin voz. Y también con vencer a Curazao con respeto, pero con autoridad, mostrando que Ecuador ya es una selección madura. Que nuestros muchachos corran pensando en todo el país, que la defensa sea un muro y que el gol nos encuentre unidos. Regálanos esa ilusión, Papá Noel, porque cuando la Tri gana, el Ecuador sonríe entero.
Atte.,
Un hincha de la Tri
Lugar donde Papá Noel todo el mes de diciembre utiliza para comer.
Querido Papá Noel:
Te escribo con el corazón amarillo hecho pedazos. Soy hincha de Barcelona desde siempre, un amor heredado de mi viejo, pero ya no aguanto más. Cada diciembre pido lo mismo y nada cambia. Mientras nosotros sufrimos, Independiente del Valle juega como europeo y Liga de Quito nos pasa por encima con respeto internacional.
Papito Noel, ya basta de excusas, de dirigentes improvisados y promesas vacías. Regálanos planificación, un proyecto serio, jugadores que sientan la camiseta y no solo vengan a cobrar. No te pido copas por milagro, sino trabajo de verdad. Porque duele ver cómo otros crecen y el Ídolo se queda mirando. No me falles otra Navidad.
Con fe, pero cansado, un barcelonista hasta la muerte.