La actriz Cinthya Coppiano asegura que la vida le ha dado una segunda oportunidad tras atravesar uno de los procesos estéticos más difíciles. Durante 20 años llevó biopolímeros en sus glúteos sin saberlo, creyendo que le habían aplicado ácido hialurónico. “Pude morir”, reconoció la actriz, quien explicó que en realidad le inyectaron hidrogel (un tipo de biopolímero) sin su consentimiento.

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Así estuvo, hasta hace cuatro años que buscó ayuda en otra clínica, para retirarse la sustancia. Fue cuando comenzó a experimentar un excesivo dolor, se desmayaba, pero guardaba silencio por temor o vergüenza.

Intentaron sacarle el supuesto ácido hialurónico a pulso como tratando de presionar el área para que salga. Adicional a eso tomó medicamentos, pero en ningún momento le informaron qué sustancia tenía realmente en su cuerpo. La hicieron pasar por procesos dolorosos que ella describe como “traumáticos”.

¿Qué tenía Cinthya Coppiano?

Cinthya viajó a Cartagena, Colombia, en busca de ayuda. Allí dio con el cirujano plástico Javier Soto, quien, tras varios exámenes, descubrió que ella tenía biopolímeros y que fue asintomática por muchos años, ya que internamente estaba muy mal y podía morir; sin embargo, su cuerpo nunca le dio señales, solo cuando intentó sacarselos.

“El 20 de agosto me dio la noticia, y mi mundo se vino abajo. Lloré como una niña chiquita. He pasado días tristes. No le he querido contar a mi mamá porque está delicada de salud, pero ya es hora que se sepa. Como yo, hay una fila; no fui la única”, relató y agregó que desde entonces se ha sometido a dos procedimientos para retirarlos..

Coppiano ofreció un conversatorio virtual con la prensa, acompañada de su doctor, quien explicó que este tipo de cirugías suelen requerir hasta cuatro ingresos al quirófano dependiendo de la cantidad de biopolímeros que se pueda retirar. Sin embargo, aclaró que es “humanamente imposible” retirarlos por completo.

Cinthya reconoció que todo esto ha sido el resultado de una mala práctica médica, un engaño. “No era que necesitara algo en mis glúteos, porque siempre entrenaba, llevaba una buena alimentación y tenía una buena figura”, afirmó.

Por eso cuando se enteró, “llegué a sentirme vulnerable, desprotegida, sin consuelo, en un momento tan despiadado. En primera instancia me vendieron una idea que yo no pedí, que no la solicité, que no la quise”.

El cirujano explicó que fue mediante una resonancia que pudieron constatar lo que la tenía. “Siempre que una persona quiera someterse a este tipo de procedimientos debe buscar asesoría. No existe producto en este momento que sea seguro, que no sea la grasita (grasa del propio cuerpo) o implantes en glúteos”, puntualizó.

Cinthya Coppiano está orgullosa de sus marcas

Luego de asimilar lo sucedido, Cinthya Coppiano entendió que no podía ocultar su historia por miedo al qué dirán. “Ahora veo la vida diferente. Antes me preocupaba por muchas cosas, me callaba, tenía miedo de mostrarme tal cual soy, pero ahora no tengo miedo porque no fue algo que yo pedí. Y he decidido llevar este dolor con la mejor actitud del mundo”, expresó.

Sobre la foto que publicó para dar a conocer su caso -en la que se observa la cicatriz que su doctor denominó “incisión en forma de alas de gaviota”- Coppiano comentó que ella ve un corazón. “Es una cicatriz que me ha marcado en lo personal, pero que siento que es un despertar que me dio Dios y que puso al doctor como mi ángel. Han pasado tantas cosas en este último año, tantos dolores, tantas cicatrices, que yo dije, ya, es el momento de mostrarme”.

Aunque habla con optimismo, reconoce que hay días buenos y otros en los que se bajonea. “No voy a mentir. Sentí miedo, crítica, pero yo no tengo la culpa. Tampoco pedí que me pasen tantas cosas dolorosas en mi vida; no pedí lo de los biopolímeros”.

Frente a las críticas por su foto, respondió: “Estoy en paz, con ganas de vivir, de abrazar, de amar, de respetar, y lo que diga el resto, pues está bien. Como dice por ahí una frase, que el que critica no es feliz con su vida. Así que yo no estoy ni para estar cuestionando ni tampoco para ser un ejemplo a seguir para otras personas”.

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