El periodista ecuatoriano Luis Antonio Ruiz atraviesa nuevamente un complejo capítulo en su vida. Seis años después de haber vencido el cáncer, el comunicador regresó a Murcia, España, el mismo lugar donde libró aquella batalla que marcó su historia personal y profesional. Esta vez, su regreso no tiene que ver con la enfermedad que superó en 2019, sino con el tratamiento de la hidrocefalia que lo mantiene enfocado en su recuperación.

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Ruiz reapareció en Instagram tras varias semanas de silencio digital, tiempo en el que se sabía que estaba concentrado en su salud. “Volver al ruedo en el mismo lugar y con la misma gente”, escribió junto a una imagen desde el hospital, confirmando que ha retomado sus terapias médicas en el centro español. Su ausencia de las redes y de la pantalla no era casual: fue precisamente este diagnóstico el que lo llevó, meses atrás, a renunciar al programa En Contacto de Ecuavisa, donde se desempeñaba como presentador.

La hidrocefalia es una condición caracterizada por la acumulación de líquido cefalorraquídeo en el cerebro, lo que puede aumentar la presión intracraneal. En abril de este año, Ruiz fue sometido a una cirugía en Guayaquil para la colocación de una válvula que drena el líquido hacia su estómago. Hasta el momento, el periodista no ha revelado nuevos detalles sobre su estado, manteniendo la discreción que lo ha acompañado —incluso— en los momentos más críticos de su vida.

Luis Antonio Ruiz y la lucha por su salud 

Su historia de lucha no es nueva. En 2016, mientras era uno de los rostros más reconocidos de la televisión ecuatoriana tras más de dos décadas en Teleamazonas, Luis Antonio recibió un diagnóstico devastador: linfoma no Hodgkin tipo Burkitt en etapa 4, un cáncer agresivo del sistema linfático. En busca de atención especializada, viajó a Murcia, donde fue sometido a más de seis bloques de quimioterapia intensiva con fármacos de alto impacto, como el Metrotexate. Tras un proceso largo y doloroso, en octubre de 2019 anunció que había logrado superar la enfermedad.

Hoy, el comunicador enfrenta un nuevo desafío médico en el mismo escenario donde ganó la batalla más grande de su vida. Aunque ha optado por la reserva, su mensaje refleja determinación. Sus seguidores y colegas permanecen atentos, a la espera de su recuperación y eventual regreso a la televisión.

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