Con imágenes publicadas en sus redes sociales, los padres de Ismael, Josué, Nehemías y Steven recordaron ayer el primer aniversario de la desaparición de los cuatro menores de Las Malvinas, una de las formas que encontraron para rendirles homenaje.

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“Un año de la partida de mis dos príncipes. Los amo con toda mi vida. Han sido momentos muy duros para nosotros, pero Dios va a hacer justicia”, publicó Luis Arroyo, padre de Ismael y Josué. En otra fotografía junto a sus hijos, Arroyo escribió: “Porque no entienden que eran futbolistas y no delincuentes”.

En su estado compartió imágenes donde aparece junto a Ismael, de 15 años; Josué, de 14; su esposa Katty Bustos; la menor de sus hijas y también fotografías de sus hijos jugando a la pelota.

Por su parte, Ronny Medina difundió varias fotografías de Steven. “Dios va a hacer justicia por ti, mi chiquito. Hoy se cumple un año de tu partida, mi Steven”, escribió.

Arroyo relató que recordar el último día que vio a sus hijos fue muy doloroso, pero aseguró que siempre los llevará en su corazón. “Se cumplió un año y ha sido devastador. Todos los días oro fervientemente y doy gracias a Dios. Ayer le pedí fortaleza”, contó.

Actos conmemorativo

Ayer se realizaron diversos actos conmemorativos para recordar a los menores, no solo en Guayaquil, sino también en ciudades como Quito, Tulcán, Latacunga, Ibarra, Riobamba, Portoviejo, Cuenca y Esmeraldas.

En Guayaquil, por la tarde, se realizó una caminata desde la Casa Comunal de Las Malvinas, seguida de una ceremonia en el Parque de la Coviem a las 18:00 y una vigilia en el lugar donde los menores fueron abordados por los 16 militares que se movilizaban en dos patrullas.

Desde el miércoles 5 de noviembre de 2025, en Guayaquil se desarrolla la audiencia de juzgamiento contra 17 militares procesados por el denominado caso Los Cuatro de Las Malvinas, relacionado con la muerte de los cuatro menores cuyos cuerpos fueron hallados calcinados en la parroquia Taura, provincia del Guayas.

De los procesados, 16 cumplen prisión preventiva, mientras que el teniente coronel Juan Francisco Iglesias, vinculado al caso posteriormente, enfrenta medidas alternativas, como prohibición de salida del país y presentación periódica ante la Fiscalía.

El hecho que conmocionó al país ocurrió el 8 de diciembre de 2024, cuando Josué, Ismael, Nehemías y Steven fueron subidos a patrullas militares en los alrededores de un centro comercial del sur de Guayaquil. Según versiones oficiales, los adolescentes fueron trasladados a una zona desolada en la parroquia Taura, donde habrían sido abandonados.

Calcinados y mutilados en un manglar

El 24 de diciembre, sus cuerpos fueron hallados calcinados y mutilados en un manglar de difícil acceso, al que solo se podía llegar por vía fluvial. Seis días después, el 31 de diciembre, las autoridades confirmaron que los restos correspondían a los cuatro menores desaparecidos.

De los 17 militares procesados, 11 se encuentran recluidos en la cárcel de Latacunga, cinco en el centro penitenciario de Quito, y el coronel Iglesias participa en las audiencias de forma telemática desde la oficina de su abogado defensor. Según la Fiscalía, Iglesias no participó directamente en el operativo, pero habría tenido conocimiento posterior de los hechos y ordenado un procedimiento irregular sin autorización fiscal ni coordinación con la Policía Nacional.

De acuerdo con el Código Orgánico Integral Penal (COIP), la pena máxima por desaparición forzada puede llegar a 26 años de prisión. Sin embargo, con agravantes como el número de víctimas y su condición de niños, la sanción podría alcanzar hasta 34 años 8 meses, sentencia pedida por el fiscal quelleva el caso.

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