La mañana, tarde y noche de este jueves 4 de septiembre, el sur de Guayaquil se convirtió en escenario de una jornada sangrienta que dejó al menos cuatro víctimas mortales en distintos sectores.

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El teniente coronel Jhon Carlos Vinueza, jefe policial del distrito Sur, informó que los crímenes fueron perpetrados en circunstancias distintas, aunque todos guardan relación con la violencia criminal que azota la ciudad.

Primer caso

A las 11:00, en la cooperativa Guayas y Quil 1, fue asesinado Saúl Burgos, de 44 años. El hombre se encontraba comprando verde cuando fue sorprendido por dos sicarios que se movilizaban en una motocicleta. Burgos registraba antecedentes por tráfico de drogas y asociación ilícita, detalló la Policía.

Segundo caso

Tres horas más tarde, a las 14:00, en la ciudadela Floresta, fue baleado Víctor Hidalgo Palma, de 25 años, mientras estaba sentado en la vereda de una farmacia. Testigos señalaron que dos hombres en moto le dispararon a quemarropa. A diferencia del primer caso, Hidalgo no registraba antecedentes penales.

Tercer caso

Cerca de las 17:00, en la cooperativa Unión de Bananeros, otro hombre fue atacado por sicarios que lo abordaron en la vía pública. Aunque la identidad de la víctima no fue revelada oficialmente, fuentes policiales indicaron que se trataba de un ciudadano que había sido previamente amenazado.

Cuarto caso

La violencia se repitió a las 21:00 en la cooperativa Carlos Castro 2, donde un adolescente de 16 años fue asesinado a tiros cuando salió de su vivienda para conversar con un amigo.

Sobre este hecho, el jefe policial señaló que el menor presuntamente le habían ido a entregar dos motocicletas robadas por miembros de una organización delictiva. “Los mismos ofertantes que le habían entregado los vehículos lo habrían ejecutado”, explicó Vinueza. Sin embargo, familiares del adolescente contradijeron esta versión y aseguraron que el joven no tenía vínculos con bandas ni con actividades delictivas.

Investigaciones en curso

Por el crimen de Hidalgo Palma agentes policiales lograron identificar a un sospechoso gracias a las cámaras de videovigilancia del ECU-911. En su poder se encontró un arma de fuego y prendas de vestir que coincidirían con las usadas en el ataque.

Los cuatro crímenes registrados en menos de 12 horas se suman a la ola de violencia que golpea al sur de la ciudad y que mantiene en zozobra a sus habitantes.

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