Wellington Benítez fue la víctima mortal del atentado con carro bomba que estalló la tarde-noche del martes 14 de octubre, en los exteriores del hotel Sheraton, en la avenida Joaquín Orrantia González, al norte de Guayaquil.

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Conocido cariñosamente por sus colegas taxistas como Trompudo, Benítez fue impactado en el rostro por un escombro metálico lanzado a causa de la potente detonación, que se escuchó incluso en ciudadelas como Sauces 2, a unos cuatro kilómetros de distancia.

Benítez se encontraba en el parterre grabando la camioneta que se incendiaba aproximadamente a las 18:37, cuando el vehículo explotó y fue impactado por un trozo de metal. La víctima vivía en el barrio Garay, suroeste porteño, tenía esposa e hijos, según contaron compañeros a EXTRA, y trabajaba en la cooperativa de taxis del Mall del Sol.

Según testigos, fueron dos personas las que dejaron la camioneta con la carga explosiva. “Lo pusieron bien pegado al edificio que le dicen ‘barril del Chavo’, lo prendieron, se cruzaron al parterre central y salieron corriendo con dirección a la avenida Juan Tanca Marengo”, reveló un ciudadano que prefirió omitir su identidad.

El pasado 9 de octubre la Policía desactivó explosivos pegados a una bombona de gas hallada en un vehículo estacionado fuera de la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más poblada y peligrosa del país.

Se realizó detonación controlada

Alrededor de las 20:15, militares y policías empezaron a alejar a los curiosos unos 500 metros del sitio de la explosión, pues aseguraron que se habían hallado más explosivos y que se realizaría una detonación controlada. La onda expansiva dañó los cristales de inmuebles, negocios y vehículos cercanos.

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Usuarios en redes sociales reportaron que el estruendo se escuchó a varios kilómetros, causando temor en la ciudadanía. Personal policial y militar se desplegó en la zona y la avenida fue cerrada para atender la emergencia.

Sitio del atentado quedó lleno de escombros

Un ciudadano, cuyo vehículo resultó destruido, relató: “Como era hora pico, el tráfico avanzaba lento; vimos que primero se prendió fuego y luego explotó fuerte”.

Producto de la detonación, todos los vidrios del automotor se reventaron y la carrocería quedó con enormes agujeros provocados por las esquirlas que se esparcieron por el aire. “Pareciera que lo hubieran baleado, pero fue la explosión”, lamentó.

Otro ciudadano que estaba a pocos metros del atentado relató: “Cuando se prendió el carro pensamos que era un accidente, pero cuando explotó tan fuerte nos dimos cuenta de que no era normal. La gente empezó a salir corriendo del mall y los restaurantes. El taxista que falleció quedó tirado en el piso, a lado de su carro”.

Reconstruyeron recorrido de los terroristas

Fernando Cornejo, presidente de la empresa municipal Segura EP, señaló que por medio de las cámaras de videovigilancia ubicadas en la zona han podido divisar que dos vehículos salieron de la Cooperativa San Francisco, un barrio ubicado frente al complejo penitenciario de Guayaquil, pero que solo uno de ellos explotó.

“Las unidades de la Policía están trabajando en un reconocimiento del sector y presuntamente hay dos vehículos adicionales que se encuentran con explosivos”, indicó Cornejo.

Cristo del Consuelo, recuerdo doloroso

En marzo de 2025, un carro bomba estalló en las afueras de la Penitenciaría del Litoral, al norte de la ciudad, dejando al menos un guía penitenciario muerto, varios heridos y causando daños materiales significativos.

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La explosión arrasó con seis vehículos, destrozó siete locales comerciales y también afectó a viviendas cercanas; la onda expansiva rompió ventanas a hasta 130 metros de distancia.

Otro incidente tuvo lugar el 26 de septiembre de este año frente a la Cárcel Regional: un carro bomba volvió a explotar, aunque las autoridades confirmaron que no hubo víctimas fatales ni heridos.

Antes, el 17 de septiembre se reportó una explosión en un vehículo frente a la discoteca Boricua, en el centro porteño.

Según los bomberos, el auto transportaba tres cilindros de gas que estallaron, generando pánico en la zona y causando daños materiales en locales y viviendas, aunque no hubo heridos.

El peor atentado de este estilo ocurrió el 14 de agosto de 2022 en el Cristo del Consuelo, donde una explosión dejó cinco personas muertas y 17 heridas, además de dañar 18 viviendas. La explosión fue provocada por un saco de explosivos que fue lanzado frente a un comedor.

Humberto Plaza, gobernador del Guayas: “Esto es lo que les queda a los malos”

El gobernador del Guayas, Humberto Plaza, manifestó que el presunto atentado podría estar vinculado a las protestas encabezadas por sectores de la población indígena en diferentes puntos de Ecuador.

“Esto yo considero que no es una coincidencia, está dentro del marco de ataques armados terroristas en el Ecuador”, declaró Plaza, señalando una posible conexión entre los hechos violentos y las protestas que se desarrollan en otras provincias del país.

Plaza aseguró que la capacidad operativa de estos grupos en Guayaquil es limitada, a diferencia de lo ocurrido en Quito o lo que actualmente sucede en Imbabura. “Aquí la población indígena es poca, la capacidad de meterse a Guayaquil… es nula”, dijo.

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