La historia detrás de la doctora que armó una gran fiesta de Navidad en Bastión Popular
Una pediatra convirtió las calles de Bastión Popular en una fiesta navideña llena de juegos, espuma y regalos para casi 150 niños de Guayaquil

Así fue la 'lluvia' de espuma que 'empapó' de alegría al publico en la fiesta navideña de la doctora Paquita.
Hubo niños que ese día no preguntaron la hora, ni el calor, ni cuánto faltaba para irse a casa. Solo jugaron, rieron y se dejaron sorprender. Todo ocurrió la tarde de este 23 de diciembre, en una fiesta navideña pensada para ellos y organizada desde el corazón de Bastión Popular, en Guayaquil.
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La escena se armó en el bloque 4, justo en las calles donde funciona el consultorio de la doctora Paquita Sánchez Mogrovejo. La pediatra y neonatóloga de 45 años, nacida en El Oro pero con sangre guayaquileña y el corazón anclado en su “querido Bastión”, cerró un par de calles para regalarle a aquella zona una fiesta pensada en sus pacientes.
El show navideño de la doctora Paquita
Desde temprano, el inflable tipo ‘salta salta’ se convirtió en el epicentro de la alegría. Los más grandecitos subían y bajaban sin cansarse por la enorme resbaladera, mientras los más pequeños corrían alrededor.
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A un costado, los padres hacían fila con paciencia: hot dogs, pizzas, bebidas y otros refrigerios de cortesía iban saliendo sin pausa.
El reloj marcaba las 16:30 cuando un payaso irrumpió en medio de la calle y se robó la atención de todos. “¡Soy el payaso Winnie Pooh!”, anunció, justo antes de empezar a ‘gozar’ a cualquiera que se cruzara en su camino.

Madres de familia también vivieron un rato ameno en la fiesta gracias al payaso.
“Me llamo Achell”, dijo uno de los niños cuando le preguntaron su nombre. El payaso no dejó pasar la oportunidad: “¿Cuál es la mamá del niño para que me traduzca?”, soltó, provocando carcajadas. Algunos ‘pelados’, felices en el inflable, treparon hasta lo más alto de la resbaladera solo para tener mejor visión del show.
A las 17:00, el sol cedía y arrancaron los bailes: primero los niños, ansiosos por premios, bajo la mirada orgullosa de sus padres. Minutos después, las madres tomaron la calle con merengue, reguetón y cumbia, mientras la doctora Paquita celebraba el momento como una más.
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De pronto, en pleno concurso, una avalancha blanca de espuma cubrió a niños y adultos por igual. Las risas de asombro fueron inmediatas, mientras los más pequeños parecían hundirse y desaparecer entre la espuma. Después llegó la entrega de juguetes: padres en fila y la doctora Paquita repartiendo regalos como Mamá Noel.
“Bastión no es solo violencia”
La doctora Paquita miraba la fiesta, que llevaba ya su tercer año consecutivo, con orgullo y convicción: no era un simple agasajo navideño, sino una forma de disputar el relato que pesa sobre Bastión Popular por la inseguridad.
“Lo hacemos en fechas especiales, como el Día del Niño y Navidad, para regalar un poquito de nuestro tiempo, de nuestra vida, y sobre todo de nuestro deseo de que Bastión siga adelante”, expresó.

La doctora Paquita (rojo) mientras repartía alegre los juguetes a los niños presentes.
Su mensaje nace de la experiencia como pediatra en un barrio donde no ‘llueven’ regalos ni celebraciones sanas. “Queremos que los niños aprendan que aquí también existe amor, bondad y cariño”, afirma, convencida de que cambiar esa mirada es tan vital como una consulta médica.
El crecimiento del evento lo confirma: la primera fiesta reunió a 50 niños; este año, pese a invitar a 120, llegaron casi 150. “Siempre vienen con primitos y hermanitos. ¿Cómo decirles que no?”, comenta. El espacio quedó corto y ya piensa en ampliar la logística para el próximo año.
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Las madres no contenían la alegría tras el evento. Carol Quimis, quien asistió junto a su hija de 3 años, dijo que es el tercer año que participa. “La experiencia me ha parecido excelente, por todo lo que ha disfrutado mi niña (...) A más mamitas que aún no participan de esta fiestita, ¡se la están perdiendo! Esto es 100 % diversión”.
Mayté López, vecina del sector y madre de una paciente de la doctora, destacó el gesto. “Es muy bonita esta fiesta. Es un detalle para los niños y les hace entender lo mucho que los quiere. Planeo volver cada año”.