Dos de los cuatro menores de edad capturados por militares el 8 de diciembre de 2024, y cuyos cuerpos fueron hallados calcinados 16 días después en un manglar de la parroquia Taura, en Naranjal, habrían sido golpeados por miembros de las Fuerzas Armadas, según se reveló durante el quinto día (martes 11 de noviembre) de audiencia de juzgamiento contra los 17 uniformados procesados por el delito de desaparición forzada.

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El fiscal Christian Fared, a cargo de la investigación, informó a EXTRA que en la reconstrucción de los hechos participaron cuatro de los cinco cooperadores eficaces, quienes describieron la dinámica ocurrida cerca de Durán, unos 50 metros antes del peaje Durán-Boliche.

De acuerdo con esos testimonios, uno de los menores, Nehemías, fue bajado violentamente de una camioneta por un cabo apodado el Boxeador, quien lo golpeó en la frente con la trompetilla del fusil, provocándole una herida.

Posteriormente, ya en Taura, otro militar levantó al niño más pequeño, de 11 años, y le propinó alrededor de 30 correazos, mientras lo increpaba por supuestos robos. Los cooperadores aseguraron que los uniformados dispararon cerca de los niños y se burlaron de ellos antes de abandonarlos.

“Después de agredirlos, los militares les ordenaron desnudarse. El subteniente tomó las prendas y las arrojó en la maleza. En esa zona había restos de quema de basura rural, y se presume que intentaron incinerarlas. Las camisetas estaban parcialmente quemadas”, explicó el fiscal.

Cinco dieron versión voluntaria

Durante la diligencia judicial, que se desarrolla desde el 5 de noviembre en Guayaquil, los cooperadores eficaces, militares que ofrecieron su versión de manera voluntaria, confirmaron haber presenciado las agresiones y detallaron que los uniformados intentaron eliminar evidencias tras el operativo.

El fiscal Fared también reveló que existe un video grabado por uno de los militares, quien registró la escena al descuido de la patrulla y envió la grabación a su hermana por WhatsApp. El material, de entre cinco y diez segundos, será reproducido durante el juicio.

“En la grabación se escucha a varios uniformados riéndose e insultando a los menores. Una voz, aparentemente de un cabo, dice: ‘Negros, agradezcan que no tienen un tiro en la cabeza. Si fuera por nosotros, estuvieran muertos’. Todo está dentro del proceso”, sostuvo el fiscal.

Durante la audiencia también intervino un experto en estructuras jerárquicas militares, quien explicó que una orden ilegal no debe ser acatada, aunque provenga de un superior.

“Los menores, al estar bajo custodia de los militares, se encontraban bajo poder del Estado, por lo que su abandono y posterior muerte constituyen una grave violación a los derechos humanos y configuran el delito de desaparición forzada, sancionado por la legislación nacional e internacional”, recalcó el perito.

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