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Guayaquil

Paúl hizo la maniobra mientras se sostenía con la otra muleta.ALEX LIMA

Sin paso seguro en la Tanca Marengo: peatones arriesgan su vida en esta calle

Peatones se quejan de la ausencia de agentes en la avenida. EXTRA captó a un hombre con discapacidad que levantó su muleta para detener el tráfico  

Paúl, una persona con discapacidad, se encuentra entre los ‘sobrevivientes’ de los depredadores en la selva de cemento: todos los días cruza la transitada avenida Juan Tanca Marengo, en el norte de Guayaquil, esquivando vehículos a pesar de que su pierna izquierda está amputada y usa muletas para movilizarse.

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Con agilidad avanza hasta el filo de la construcción del nuevo paso elevado en la mencionada vía, específicamente en el kilómetro 1.5, y alza su herramienta de movimiento derecha para indicar a las motos, buses y autos que circulan en sentido norte - sur que bajen su velocidad y permitan el cruce de peatones.

Hasta los animales peligran al cruzar la avenida Juan Tanca Marengo.ALEX LIMA

Hace el mismo gesto un par de veces y, así como el adagio, se cumple la regla de ‘la tercera es la vencida’ pues cruza rápidamente con sus muletas, mientras carga una maleta -en la que porta sus documentos y sus utensilios de trabajos- en su espalda. Sin dudar, llega a la acera y al ‘vuelo’ hace la seña a un micro que rodaba a pocos metros para que lo recogiera.

¿Qué es lo que dice Paúl sobre este cruce?

Esto es un caos todos los días. Me toca cruzarlo porque trabajo en el sector, pero sí necesitamos ayuda de las autoridades: o bien se gestiona la presencia de los agentes de tránsito o se busca la manera de garantizar la seguridad de los ciudadanos”, refiere rápidamente el hombre antes de seguir con su camino en el articulado.

El marcador -uno imaginario- identifica como ganador a Paúl y a las otras dos personas que cruzan con él, pero la pelea se repite cada vez que inician o culminan las jornadas laborales, pues en ese punto se establecieron paraderos de buses de transporte público y las personas que laboran en las empresas privadas de la zona, además de estudiantes de colegios y universidades cercanas, recurren al cruce peligroso para evitar caminar un kilómetro hasta el siguiente semáforo.

Pues sí, los peatones, debido a la instalación de las planchas metálicas que delimitan la nueva obra pública que promete descongestionar el flujo vehicular, ponen en riesgo su integridad, así como lo asegura Marina, residente de Urdenor 2 y quien cruza con frecuencia la vía.

“Muy pocas veces hemos visto que los agentes de tránsito ayuden a pasar a las personas. Ellos suelen estacionarse en el medio de la vía y ven que la gente hace el esfuerzo por pasar de un lado a otro y no interviene. ¿Debemos esperar a que atropellen a alguien? De hecho, hace un par de semanas hubo un accidente porque un carro frenó porque un peatón cruzó rápido”, aseguró la moradora.

Otras personas con discapacidad también se han afectado

Mirian, también usuaria frecuente, enfrenta el mismo problema, pero su situación se atenúa con la discapacidad intelectual de su hijo. Al igual que él, otros jóvenes con la misma condición -que estudian en una fundación del sector- se exponen a diario mientras pasan con sus padres o representantes.

El movimiento de personas también es en sentido contrario.Alex Lima

Durante un recorrido de este Diario por la avenida Juan Tanca Marengo, el equipo periodístico constató que en la denominada hora pico los ciudadanos forman grupos de hasta 10 personas para cruzar, mientras que durante los fines de semana baja la cifra; sin embargo, el movimiento no se detiene. 

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