Veinte minutos antes de que se produjera el atentado que dejó baleados a cinco de sus familiares y a dos vecinos, Walter y su hijo decidieron regresar a casa para descansar. Apenas se estaba acomodando en su cama cuando el estruendo de las balas lo sobresaltó. A solo una cuadra de su domicilio, en la cooperativa Valle de la Flor, en el noroeste de Guayaquil, se registró la balacera.

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El hecho violento ocurrió aproximadamente a la 01:00 del domingo 14 de septiembre, cuando sujetos encapuchados que se movilizaban en dos motocicletas dispararon contra un grupo de personas que permanecía en la vía pública. Como consecuencia del ataque, tres personas fallecieron y cuatro resultaron heridas, entre ellas familiares de Walter.

“Estuvimos celebrando el cumpleaños número ocho de mi sobrino. Ya había terminado la reunión y nos quedamos conversando y jugando naipes. Yo hice tiempo mientras esperaba a mi hijo, que trabaja en un supermercado. Cuando él llegó, le dije: ‘Vamos a casa, mijo, tengo sueño’. Si no hubiéramos salido en ese momento, también estaríamos entre las víctimas. De los heridos, tres son mis familiares”, lamentó el guayaquileño de 47 años.

Víctimas mortales de la masacre

Las víctimas mortales de la masacre fueron identificadas como Hamilton Alexander Cedeño Reyes, de 22 años; su prima Danna Paola Reyes Baidal, de 21; y el vecino Carlos Moisés Morán Mendoza, de 20. Los cuatro heridos permanecen hospitalizados.

“Mi prima Paola deja una niña de apenas cinco meses de nacida. Pobrecita, se quedó sin su madre. Mi familia es gente trabajadora, no nos metemos con nadie”, expresó Walter, mientras permanecía frente a la casa donde se produjo la tragedia, en el distrito Nueva Prosperina, zona que hasta la fecha registra 495 muertes violentas en lo que va del año. (AEB)