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Guayaquil

Sur de Guayaquil: la historia del taxista atacado y el accidente que cambió su vida
El taxista informal fue asesinado con pistola y fusil. Sicarios no se bajaron del carro. Iba con una pasajera, quien resultó herida
Hace seis años, Felipe Andrés Espinoza Hernández sufrió un accidente laboral que le cercenó parte del brazo derecho. Pese a esta limitación, continuó trabajando y se ganaba la vida como taxista informal. Fue justamente mientras cumplía esta actividad que lo asesinaron a tiros la noche del lunes 24 de noviembre, en la avenida Pío Jaramillo, en el sur de Guayaquil.
Espinoza, quien había cumplido 30 años el pasado 28 de agosto, se movilizaba en un vehículo Changan rojo, de placa GTK-6421, cuando fue atacado por sujetos que circulaban en un Chevrolet Sail, color vino, de placa PCL-7406. Los ocupantes de este segundo automotor, sin detener la marcha, dispararon en su contra.
Un testigo del crimen relató a EXTRA, bajo reserva de su identidad por temor a represalias, que los sicarios perseguían a la víctima desde unos 50 metros antes de que se detuviera a un costado de la vía.
“Lo venían siguiendo y le disparaban sin bajarse. Iban tres hombres: el conductor, el que iba de copiloto (disparaba con una pistola) y el que estaba en el asiento posterior (llevaba un fusil). Una vez que él se estacionó, lo remataron. Fue terrible”, contó el residente.
En la escena, agentes de Criminalística recogieron 16 vainas percutidas calibre 5.56, 21 vainas calibre 9 milímetros y dos celulares.

No tenían antecedentes penales
El mayor José Luis Santillán Robles, jefe de Coordinación del Distrito Sur, informó que al llegar la Policía el hombre ya estaba sin vida. Añadió que, según versiones de moradores, una mujer resultó herida y fue trasladada a una casa de salud. También señaló que ninguna de las dos personas registraba antecedentes penales.
“El fallecido se dedicaba a realizar carreras y trasladar personas. Producto de la reacción policial se halló el vehículo desde donde se habrían efectuado los disparos, el cual estaba abandonado en el sector Las Esclusas. Las cámaras del ECU-911 alertaron sobre la ubicación del automotor”, detalló el jefe policial.
Sin embargo, una fuente policial adicional señaló que aún no existirían elementos suficientes para determinar la motivación del crimen. Afirmó que un familiar comentó que el fallecido habría estado amenazado por su expareja por temas derivados de la separación.
La madre del fallecido relató que Andrés trabajaba como taxista desde hace tres años, que no pertenecía a ninguna banda y que era padre de dos niños de 8 y 5 años.
“Mi hijo no era delincuente. Vivía en La Floresta. La carrera que hacía era para una señora del sector. Conseguía viajes por aplicación. Antes trabajó en una empresa y en un accidente perdió parte de su brazo derecho, pero aun así se las arregló para seguir como taxista; incluso viajaba fuera de la ciudad”, expresó la mujer, con la voz entrecortada, mientras esperaba afuera del Laboratorio de Criminalística el cuerpo del tercero de sus cinco hijos.
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