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Opinión
Editorial: En Guayaquil se camina con miedo
En Guayaquil, los peatones caminan a la defensiva porque, al menor descuido, cualquier vehículo puede mandarlos a la tumba
En Guayaquil, los peatones caminan a la defensiva porque, al menor descuido, cualquier vehículo puede mandarlos a la tumba. Según expertos en vialidad, la ciudad está diseñada con una lógica que prioriza al carro por encima del ciudadano, un modelo que en otros países ya quedó atrás.
Las cifras de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) hablan solas: solo en lo que va de 2025, el Puerto Principal suma 250 muertes por accidentes de tránsito, un 25 % más que en el mismo periodo de 2024. Las vías con más tragedias son la Perimetral, Narcisa de Jesús, 25 de Julio, Casuarina y la vía a Daule, donde motos, tricimotos y camiones circulan al relajo, sin el control estricto que deberían tener por parte de los agentes.
Pero la responsabilidad no recae únicamente en la imprudencia de los conductores. También pesa el irrespeto de muchos peatones hacia las señales, los semáforos y los pasos cebra. Las campañas de educación vial, hasta ahora, no han movido la aguja.
Guayaquil no puede seguir normalizando esta tragedia diaria. Es momento de que autoridades, conductores y peatones asuman su parte y frenen esta racha mortal antes de que la ciudad se quede sin espacio para más cruces enlutados.