Exclusivo
Opinión

Editorial: Rápido que La Mariscal se muere

Moradores y asociaciones han presentado múltiples observaciones, advirtiendo que el proyecto repite viejos errores

La recuperación de La Mariscal sigue estancada y, con ello, se apaga más la vida cultural de uno de los barrios más emblemáticos de Quito. Su arte, su historia y su valiosa arquitectura patrimonial se pierden entre la inseguridad, el microtráfico y el descontrol de los centros nocturnos, convertidos en nido de maleantes que hacen de las suyas en calles como Calama, Reina Victoria y Foch.

La propuesta de revitalización de esta zona, que se discute en el Concejo Metropolitano desde agosto pasado, no logra avanzar por falta de consenso. Moradores y asociaciones han presentado múltiples observaciones, advirtiendo que el proyecto repite viejos errores, como la eliminación total de la vida nocturna, cuando lo que se busca es armonizarla con el carácter residencial y cultural del sector.

Recuperar La Mariscal no puede seguir siendo un tema pendiente. Este barrio, vital para los quiteños y el turismo, merece volver a brillar como símbolo de arte, encuentro y convivencia. Su rehabilitación debe ser el primer paso para revitalizar otros sectores de la capital, hoy tomados por la inseguridad. Quito necesita volver a las manos de sus ciudadanos de bien, de quienes aún creen que la capital puede renacer desde sus espacios más emblemáticos.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!