Una noche de horror vivieron los habitantes del barrio Sauces 1, ubicado al norte de Machala, provincia de El Oro, este miércoles 4 de junio de 2025, cuando unos diez sujetos, llegaron, alrededor de las 22:00, en varios vehículos hasta una vivienda situada entre la calle K y la calle J y atacaron a dos hombres. Los afectados, con gritos desesperados, pedían ayuda a sus vecinos.

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Los desconocidos, según reportes de la policía, descendieron de los carros, avanzaron a la vivienda forzaron la puerta principal y entraron con violencia a la casa donde se encontraba Juan Jacinto Pérez Ramos, un hombre de 73 años, acompañado de su sobrino, Juan Antonio, de 42 años. Ambos hombres fueron atacados sin piedad con piedras, palos y otros objetos contundentes. 

La agresión fue tan grave que el anciano colapsó sobre el mueble de la sala, sin poder defenderse. Su sobrino quedó herido de gravedad. Él contó a la policía que los atacantes le gritaban que eso les pasaba "por no copiar a los lobos". En la vivienda se encontraban dos personas más, pero lograron huir, informó la policía.

Intentaron quemar la casa tras el ataque

Agustín Lara, jefe del distrito oeste de la policía en Machala, explicó que, tras el ataque salvaje, los individuos salieron del domicilio y rociaron gasolina en el frente, aparentemente con la intención de incendiar la vivienda. Por fortuna, no lograron prender fuego.

Los atacantes también realizaron varias detonaciones al aire con sus armas de fuego. Según Lara, esta acción fue probablemente una advertencia para que los vecinos no intervinieran ni llamaran a las autoridades. Luego, los agresores escaparon a gran velocidad en los mismos vehículos en los que habían llegado.

Los gritos y disparos alertaron a la ciudadanía, pero los vecinos mantuvieron distancia por temor a represalias. Fueron los uniformados del Subcircuito Cristo del Consuelo 1 quienes, tras recibir la alerta del ECU-911, llegaron al sitio y encontraron al adulto mayor sin signos vitales.

A la víctima la habrían golpeado con piedra

Juan Jacinto Pérez, sin vida, yacía sobre un mueble. Su rostro y cuerpo mostraban signos evidentes de una golpiza brutal. Su sobrino, malherido pero consciente, fue trasladado de inmediato al Hospital Teófilo Dávila, donde el médico confirmó que su condición es estable, aunque delicada.

La Policía acordonó el área y peritos de Criminalística comenzaron a levantar los indicios balísticos. En el perímetro se encontraron cuatro vainas de arma de fuego, una bala deformada y una piedra con restos de sangre.

Juan Jacinto Pérez Ramos no tenía antecedentes penales. Era un ciudadano tranquilo, según dijeron los vecinos, que apenas podía caminar bien por su edad. Su muerte ha causado indignación y temor en el barrio, donde cada vez se sienten más desprotegidos ante el avance de la violencia.

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