Como un posible ajuste de cuentas se investiga el asesinato de Teobaldo Manuel Villegas Cajape, de 43 años, y de su hijo Richard Andrés Villegas Vera, de 24 años, quienes fueron baleados la madrugada de este miércoles 25 de junio de 2025, en la ciudadela 20 de Mayo, parroquia Tarqui, de la ciudad de Manta, provincia de Manabí.

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El hecho ocurrió alrededor de las 03:00 en el exterior de una vivienda de la calle 300 y la avenida 235, en una zona que la policía tiene identificada como punto rojo, por la presencia de grupos dedicados al expendio de sustancias sujetas a fiscalización.

Sicarios se habrían disfrazado de policías

Paco Delgado, fiscal de turno que acudió a la escena, indicó que los sicarios llegaron haciéndose pasar como agentes del orden y habrían simulado un operativo policial, lo que facilitó que sorprendieran a las víctimas.

“Se ha identificado como padre e hijo a las víctimas. Ellos estaban fuera del domicilio cuando llegaron los sujetos haciéndose pasar como elementos de la Policía”, señaló el fiscal.

Los atacantes habrían gritado “¡Alto ahí!” al llegar, logrando paralizar a las víctimas antes de abrir fuego. Los vecinos relataron que tras los disparos, vieron que varios vehículos, entre motos y autos, se retiraron a toda prisa. Padre e hijo quedaron tendidos en la calzada, ensangrentados, en medio del pánico del vecindario.

Delgado confirmó que Teobaldo Villegas tenía antecedentes por tráfico ilícito de sustancias y tenencia de armas. El caso será trasladado a la Fiscalía de Garantías y Personas para continuar con la investigación, bajo la hipótesis de un posible ajuste de cuentas entre organizaciones criminales que se disputan el territorio.

“En muchos de estos casos los familiares no colaboran con las indagaciones por temas de seguridad”, precisó.

Tres crímenes con similar patrón

No es la primera vez que se comete un doble asesinato de padre e hijo en Manta.

En la parroquia Eloy Alfaro, el 3 de mayo, Jorge Cruz y su hijo Ken fueron acribillados mientras vendían arroz y agua desde una camioneta. Aunque no tenían antecedentes penales, otro miembro de la familia había sido asesinado previamente.

El pasado 29 de enero fueron ejecutados Rafael Coque y su hijo Anthony. El primero tenía antecedentes por robo de vehículos.

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