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Indignación por enfermera fallecida en una vía de Esmeraldas
La mujer salió de su casa, en la madrugada, para realizarse un tratamiento de diálisis
La enfermera Karina Eugenia Gámez Ramírez, de 39 años, salió de su casa en Quinindé, provincia de Esmeraldas, a las cuatro de la madrugada del jueves 19 de junio de 2025. Su madre la ayudó a tomar un taxi hasta el sector El Cristo, donde habría abordado un bus con destino a Esmeraldas.
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Una mañana que marcó una diferencia fatal
Ella se dirigía a un centro médico para una sesión de diálisis, como lo hacía tres veces por semana desde hace más de diez años, a causa de la insuficiencia renal crónica que padecía. Su viaje para su tratamiento se convirtió en una tragedia inexplicable.
Tenía el primer turno, el de las seis de la mañana. Sin embargo, ese día Karina no llegó a su tratamiento. Su cuerpo fue hallado horas después, inerte a un costado de la carretera, en el sector Viche.
¿Qué hacía una mujer con un historial clínico delicado tendida en el asfalto? La respuesta llegó pronto, junto a la indignación de la familia. Por testimonios recogidos en el sector, los parientes creen que Karina dejó de respirar en el bus. Todo indica que sufrió un paro cardíaco, la bajaron del vehículo y abandonaron.
El impacto en la familia y la comunidad
“Sabíamos que su enfermedad era dura, que el desgaste era diario, pero lo que hizo ese conductor fue inhumano”, contó entre sollozos Nelly George, hermana de Karina. “La dejó tirada como si fuera un bulto”, remarcó.
Karina era madre de un niño pequeño y, hasta antes de la pandemia, había ejercido como enfermera. Cuando la enfermedad la obligó a dejar su trabajo, empezó a sobrevivir con la ayuda de la gente. Vendía, emprendía, buscaba maneras de generar ingresos, aunque su cuerpo le pidiera descanso.
La enfermedad renal la tenía en un ‘vaivén’ permanente. Algunos días amanecía bien, en otros apenas podía caminar. Esa madrugada parecía estar estable. “Respiraba normal, caminaba sin dificultad, hasta se negó a que la acompañemos... Mi mamá y su hijo la acompañaban cuando estaba mal, pero esa vez se sintió bien y se fue sola”.
Familia demanda de justicia
El cuerpo fue trasladado en una camioneta del Patronato de Quinindé hasta su casa en el barrio 24 de Junio, donde era velada.
El Ministerio Público aún no ha emitido un pronunciamiento sobre el caso ni sobre la responsabilidad que podría recaer sobre el conductor del bus. La familia exige una investigación y una sanción.
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