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Quito

El curioso recurso que salvará los bosques de Quito en emergencia
Quito usará agua reciclada de lixiviados para apagar incendios y proteger reservas naturales
Quito se prepara para enfrentar los incendios forestales con un recurso inesperado: agua reciclada proveniente de los lixiviados de su relleno sanitario. Esta iniciativa, impulsada por la municipalidad, busca proteger las reservas de agua potable y al mismo tiempo aprovechar un líquido que, sin tratamiento, podría contaminar el suelo y los cuerpos de agua.
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Los lixiviados son los líquidos que se generan cuando la lluvia o los residuos se filtran a través de la basura. Tradicionalmente considerados contaminantes, ahora se están transformando en un recurso vital. En el relleno sanitario El Inga, estos líquidos pasan por un proceso de depuración que los convierte en agua limpia y apta para ser reutilizada, según explican desde la municipalidad.
“El agua que estamos usando es agua que ya fue tratada de los lixiviados y esto evita que en casos de emergencia la ciudad ocupe fuentes de agua de reservorios que están destinadas para el uso de los ciudadanos”, señaló Santiago Andrade, gerente general de la empresa municipal de gestión de residuos sólidos.
¿Cómo se transforma un líquido peligroso en agua útil para emergencias?
El tratamiento que realiza la planta combina procesos físicos y químicos que garantizan la calidad del agua reciclada. Esta no solo se utilizará para apagar incendios forestales, sino que también servirá para riego y reforestación, fortaleciendo así la capacidad de la ciudad para proteger su entorno natural.

La planta tiene una capacidad de captación de 80 metros cúbicos por hora, lo que equivale a 80.000 litros, aproximadamente el volumen de 32 piscinas pequeñas de jardín en apenas una hora. En promedio, produce unos 800 metros cúbicos diarios, es decir, 800.000 litros, suficiente para abastecer a unas 8.000 personas durante un día entero, según los cálculos de la empresa municipal.
En 2024, Quito registró 340 incendios forestales que afectaron más de 2.200 hectáreas en zonas sensibles de la ciudad. La implementación de esta agua reciclada permitirá que la capital enfrente estos eventos sin comprometer sus recursos naturales ni el suministro a la población.
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