Al menos 15 familias resultaron afectadas por las fuertes lluvias registradas la tarde del lunes 22 de septiembre en San Antonio de Pichincha, noroccidente de Quito. Dos sectores fueron los más perjudicados: el barrio El Manantial y una zona conocida como Alcantarillas.

En este último punto, Cristina Chimpatasig, vecina del sector, aún recordaba con angustia cómo un torrencial aguacero se convirtió en un río de lodo y escombros que ingresó a las viviendas, arrasando con todo a su paso. “Esa agua negra y espesa entró a las casas. La desesperación fue tanta que los vecinos abrimos un hueco en la pared para que pudiera salir”, relató.

Ella aseguró que la falta de sumideros y alcantarillas agrava la situación, pues cada temporada de lluvias se repiten las emergencias, aunque esta vez el agua incluso formó grietas en los cimientos de una vivienda.

A pocos pasos, en los conjuntos Bella Andina, la desesperación también se apoderó de los residentes. Patricia Narváez contó que el agua ingresó a cinco casas y en la suya dañó muebles y varios artículos. “Con baldes tuvimos que sacar el agua. No es la primera vez que pasa y pedimos atención de las autoridades”, reclamó.

Las precipitaciones del lunes se sumaron a una serie de tormentas que azotan a la capital por tercer día consecutivo, provocando deslizamientos, socavones y emergencias en distintos sitios del Distrito Metropolitano. En la zona de la Mitad del Mundo, un deslizamiento afectó una vivienda y un vehículo, mientras que en San Antonio de Pichincha se abrió un socavón de grandes dimensiones que obligó al cierre temporal de una vía.

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Los trabajos tras las inundaciones

La Secretaría de Seguridad informó que hasta la noche del lunes se contabilizaron 19 atenciones concluidas y cinco en proceso. Entre las principales acciones desplegadas estuvieron la entrega de ayuda humanitaria a familias afectadas, el uso de maquinaria pesada para habilitar calles y retirar material, así como el rescate de personas atrapadas en un vehículo dentro de un intercambiador inundado.

Verónica Cevallos, representante del GAD Parroquial de San Antonio de Pichincha, dijo que desde el domingo 21 de septiembre se registraron lluvias intensas en la zona. Como consecuencia, una casa quedó completamente destruida en el sector de Cangahua. Y en ese mismo hecho, una niña de 13 años fue arrastrada por la corriente, sufriendo heridas leves.

Cevallos detalló que entre 15 y 20 familias resultaron afectadas, de las cuales seis sufrieron pérdidas totales. “En coordinación con el Municipio se entregó ayuda humanitaria y se trabaja para habilitar el paso en varios barrios que permanecen incomunicados por los deslizamientos”, manifestó la autoridad.

Aunque el área del socavón fue cercada de inmediato para evitar accidentes, la emergencia obligó a intervenir a personal de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps). Los técnicos iniciaron la reparación de un tramo de 600 milímetros de la red de alcantarillado, trabajos que, según lo previsto, tardarán alrededor de dos semanas en completarse.

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