Perro y gato en el Metro de Quito: alerta de posibles fallas de seguridad y falta de protocolos
Aunque fue un evento anecdótico, este evento abrió cuestionamientos sobre falencias en el control de accesos, protocolos para fauna y responsabilidad ciudadana

El perro, aparentemente, tiene dueño ya que estaba en buen estado.
La inocente persecución de un perro y un gato, que ingresaron como si nada a la vía del metro de Quito, fue tomada por muchos ciudadanos como un episodio curioso. Sin embargo, el hecho dejó al descubierto vacíos en los protocolos de seguridad y control operativo, así como falencias en la tenencia responsable de animales de compañía.
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Así lo advirtió Édison Yánez, exgerente del Metro de Quito, quien señaló que este tipo de situaciones “no son normales y no deben pasar”, especialmente en un sistema subterráneo de transporte masivo.
Riesgos operativos y reacción ante emergencias
Yánez explicó que ante el ingreso de animales a la vía, existen riesgos tanto para los usuarios como para la operación. “Debe evitarse que las personas bajen a la vía. Seguramente se tuvo que desconectar la transmisión eléctrica y aislar estaciones”, indicó.
No obstante, recalcó que el foco debe estar en la prevención. Por eso se pregunta cómo los animales lograron ingresar al sistema.
¿Por dónde ingresaron los animales?
De acuerdo con Metro de Quito, los animales entraron por la estación El Recreo. El gato fue rescatado en San Francisco y el perro llegó hasta Talleres y Cocheras, en Quitumbe, lo que evidencia que se desplazaron por gran parte de la infraestructura del metro.

Se hizo viral el video en el que los policías persiguen, sin éxito, al perro.
“La pregunta clave es por dónde entraron: ventilación, zonas de mantenimiento o accesos no controlados”, se cuestionó Yánez, al advertir que existen áreas técnicas que no siempre cuentan con vigilancia permanente.
Zonas no visibles
El exgerente recordó que los usuarios solo ven una parte del sistema. “Las estaciones visibles representan apenas el 50 % de la infraestructura. Hay zonas técnicas y de mantenimiento que no siempre están vigiladas”, explicó.
A esto Yánez suma un vacío clave: “No existen protocolos de fauna”.
No solo es un riesgo para el perro
Desde la Unidad de Bienestar Animal (UBA), José Paredes, coordinador técnico, coincidió en que el episodio implica un peligro, pero enfatizó que no es solo para el animal.
“No es únicamente un riesgo para el animalito. Aquí pesa más la responsabilidad del humano, del tutor”, señaló, al recordar que un animal de compañía tiene un nivel de conciencia similar al de un niño pequeño.
Paredes comentó que en estaciones de alta afluencia como El Recreo y en horas pico, es difícil que el personal detecte a un animal. “La visión está arriba, no abajo, y el animal anda por el piso”, indicó, sin responsabilizar directamente al personal del sistema de transporte.
Tenencia responsable
Según Paredes, el perro rescatado presenta buen estado de salud, comportamiento sociable y una condición corporal ideal, lo que hace presumir que sí tiene tutor.
“El comportamiento nervioso que se vio en videos es normal en un animal que está en un lugar que no conoce, con ruido y personas corriendo detrás”, argumentó.
">#QuitoEnControl | Actualización caso perrito del @MetrodeQuito 🐕
— Unidad de Bienestar Animal Quito (@UBAQuito) December 19, 2025
Lo ocurrido en el Metro de Quito nos preocupa profundamente.
Un animal de compañía no debería estar solo en el espacio público donde los riesgos son altos y reales.
Abrimos hilo 1/5 pic.twitter.com/D9DdZHJsXf
Para el coordinador de la UBA, el episodio debe dejar una lección clara: “El animal de compañía debe andar con correa, placa de identificación y bajo la supervisión de su tutor”.
¿Habrá sanciones?
El perro se encuentra bajo el cuidado de la UBA. Ya fue desparasitado y vacunado. Se espera que aparezca su tutor. De no hacerlo, ingresará a un proceso de adopción tras su esterilización.
Paredes manifestó que no se descarta un proceso administrativo sancionador por mala tenencia, aunque el caso aún está en evaluación.
¿Quién debe responder?
Mientras Yánez apunta a la responsabilidad del operador internacional del metro en la implementación de protocolos de seguridad, desde la UBA se insiste en que la prevención empieza en la ciudadanía.
El ingreso del perro y el gato al metro no dejó víctimas ni daños, pero sí una advertencia clara: sin protocolos de fauna y sin tenencia responsable, los riesgos siguen latentes.
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