“No eres tú”: El relato de la docente que estuvo a segundos de morir en Quito
Una mujer del norte de Quito relata a EXTRA cómo un hombre la encañonó y abortó el ataque tras mirarla bien. Ahora no puede ni dormir

Con el afán de que el hecho no quede en el olvido, se acercaron a la Fiscalía a colocar la denuncia.
Temblorosa y aferrada a la mano de su esposo, la docente que vio la muerte de frente en el norte de Quito contó a EXTRA que desde la mañana del martes 16 de diciembre no ha tenido un minuto de paz. Estuvo a segundos de ser asesinada cuando salía de su casa rumbo al trabajo.
El video del momento se hizo viral. Eran poco después de las seis de la mañana cuando la mujer cerró la puerta de su vivienda y salió a la calle.
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Entonces, dos motocicletas se detuvieron. De una de ellas bajó un sujeto armado con una pistola y la miró fijamente. La maestra, paralizada, solo extendió su celular para que “se lo lleve y se vaya”.
El hombre, de unos 35 años, hizo contacto visual con ella. “No eres tú”, le dijo. Luego hizo una señal a sus compañeros y se fueron.
Ella quedó inmóvil. Aun así, minutos después se subió a su recorrido y llegó a su trabajo.
Todo quedó grabado
La escena quedó registrada en cámaras de seguridad. En el video se observa al menos a tres hombres: dos en la motocicleta de la cual desciende el atacante y un tercero que los sigue en otra moto.

La Policía informó a medios de comunicación que el caso está en investigación y que se recopila información en el sector. El hecho ocurrió alrededor de las 06:05.
“Conocen dónde vivo”
Desde ese día, la docente mira para todos lados cada vez que sale de casa. “Ellos saben dónde vivo. Temo por la vida de mis hijos y de mi esposo”, admite.
La víctima estaba uniformada y llevaba mochila, como cualquier estudiante o docente que sale temprano. Esa condición abre varias hipótesis sobre el verdadero objetivo del ataque.

“No fue un asaltante. Era un sicario. No robó nada, no estaba nervioso, no gritó. Miró, confirmó y se fue”, afirma el esposo.
El 911 nunca llegó
Tras el ataque, el esposo llamó en varias ocasiones al ECU-911. Nunca recibió ayuda. “Llamé a las 06:15, luego a las 06:30 y a las 06:45. Me decían que ya venía el patrullero, pero nunca llegó”, denuncia.
Más tarde, policías del sector le confirmaron que jamás recibieron la alerta desde el 911. El patrullero que pasó por la zona lo hizo por rutina, no por la emergencia.
La recomendación fue alarmante: usar el chat barrial, porque es “más rápido” que el sistema nacional de emergencias.
Un barrio tranquilo, ahora en zozobra
El barrio donde habita esta familia era un sector residencial, habitado en su mayoría por adultos mayores.
Sin embargo, en los últimos dos meses los vecinos denuncian asesinatos de guardias, intentos de robo a garajes y hechos violentos en barrios colindantes. La mayoría ocurre entre 05:45 y 06:30, cuando la gente sale a trabajar o lleva a sus hijos a clases. “Siempre fue un barrio tranquilo. Ahora también queda la duda de a quién iba dirigido el ataque”, advierten.
“Preferimos irnos antes que enterrarnos aquí”
El impacto del ataque va más allá del susto. La familia analiza salir del país. “Yo amo Ecuador, es un país hermoso, un paraíso; pero cuando a tu esposa casi la matan frente a tu casa, uno se pregunta qué más puede hacer”, reflexiona el esposo.
La mujer no ha podido dormir. Sufre crisis de ansiedad, dolores de cabeza y vive en alerta constante. “Escucho una moto y me paralizo”, confiesa.
El temor no es solo por lo que ya ocurrió, sino por lo que podría pasar. “Esto se hizo viral a nivel nacional. Tenemos miedo de que quieran terminar lo que no hicieron bien”, expresan.
La familia pide que el hecho no quede en el olvido y que la difusión sirva para exigir seguridad, no para convertirlos en un nuevo blanco.
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