La Universidad Central del Ecuador se convirtió la noche del martes 15 de octubre en el epicentro de una jornada de violencia y caos. En medio de las protestas por el paro nacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). 

Los manifestantes denunciaron que la Policía Nacional habría ingresado al campus universitario y lanzó bombas lacrimógenas contra estudiantes y manifestantes que se habían refugiado allí. Durante todo el día, la institución había funcionado como centro de acopio y punto de descanso para los manifestantes que participaron en las movilizaciones en el centro norte de Quito. 

Así se dieron los enfrentamientos

Sin embargo, pasadas las 20:00, los enfrentamientos se intensificaron en los alrededores, y varios testigos denunciaron que los uniformados irrumpieron en el interior de los pabellones de Odontología y Comunicación Social. 

Videos difundidos en redes sociales muestran escenas de pánico en los que se observa a jóvenes corriendo entre nubes de gas, gritos pidiendo ayuda y brigadas médicas intentando socorrer a los afectados. 

“Estábamos ayudando a atender a los afectados por el gas cuando comenzaron a lanzar bombas dentro del edificio. Tuvimos que salir arrastrándonos por el humo”, contó una voluntaria. Organizaciones estudiantiles y defensores de derechos humanos calificaron lo ocurrido como una violación a la autonomía universitaria, principio protegido por la Constitución. 

Exigen respuestas

La Coordinadora Nacional Estudiantil y la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (INREDH) exigieron al Gobierno explicaciones inmediatas y denunciaron una represión desmedida contra quienes ejercían su derecho a la protesta.

Desde la Policía Nacional no se emitió un pronunciamiento oficial sobre los hechos ocurridos dentro del campus. Sin embargo, fuentes policiales indicaron a EXTRA que los agentes actuaron en respuesta a grupos violentos que se encontraban en los alrededores de la institución.

Autoridades de la UCE, anunciaron que el Consejo Universitario se reunirá este 16 de octubre para evaluar lo sucedido. En este contexto declararon que el campus debe ser considerado un “espacio de paz” y no debía ser intervenido por fuerzas del orden.

Hasta la medianoche, se reportaron al menos dos detenidos y más de una docena de estudiantes afectados por los gases. Los alrededores de la institución permanecieron acordonados mientras los manifestantes intentaban reorganizarse y las brigadas humanitarias prestaban atención a los heridos.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!