En una ceremonia cargada de simbolismo y solemnidad, realizada en la Escuela Superior Militar “Eloy Alfaro”, el general Henry Santiago Delgado Salvador asumió oficialmente el mando del Ejército Ecuatoriano. Durante el acto, también fue ascendido honoríficamente al grado de General de Ejército, la más alta distinción dentro de la jerarquía castrense nacional.

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Con más de 30 años de trayectoria, Delgado llega a la Comandancia General del Ejército en un momento clave para el país, en medio de crecientes amenazas como el narcotráfico, el terrorismo y el crimen organizado. Su designación fue oficializada el 24 de abril mediante el Decreto Ejecutivo N.º 615.

¿Quién es Henry Delgado y cuál es su experiencia?

El general Henry Delgado cuenta con una sólida formación militar tanto en el país como en el extranjero. Ha cursado estudios en academias militares de Estados Unidos, China, España y Alemania, y ha ocupado cargos estratégicos como agregado militar, director de la Escuela Superior Militar “Eloy Alfaro”, y viceministro de Defensa Nacional encargado. Esta amplia trayectoria lo ha consolidado como un perfil técnico y político con experiencia en el ámbito de defensa y seguridad.

El nuevo comandante también ha estado vinculado a la formación de nuevas generaciones de oficiales y a la articulación de relaciones internacionales de defensa, lo que le otorga una visión integral del rol que deben cumplir las Fuerzas Armadas en el contexto actual.

¿Qué plantea el nuevo comandante frente a los desafíos de seguridad?

Durante su discurso de posesión, Delgado fue enfático en señalar que el Ejército tiene un rol fundamental en la lucha contra las amenazas internas que enfrenta Ecuador: “Nuestro deber es desarmar, desarticular, neutralizar e incluso eliminar estas amenazas para recuperar la seguridad del país”, declaró ante oficiales, autoridades civiles y familiares presentes.

El nuevo comandante enfatizó que, para cumplir con esta misión, es imprescindible que exista un marco jurídico fortalecido que respalde la actuación de las Fuerzas Armadas. En ese sentido, destacó la reciente aprobación de dos normativas por parte de la Asamblea Nacional:

• La reforma parcial al artículo 5 de la Constitución, que abre la posibilidad de establecer bases militares extranjeras en el país, un tema históricamente sensible pero que podría ser clave para combatir el crimen transnacional.
• La Ley Orgánica de Solidaridad Nacional, que establece un régimen jurídico especial para afrontar el actual conflicto armado interno y otorgar mayores capacidades legales a las fuerzas del orden.

Con estas herramientas, Delgado confía en una acción más efectiva y alineada con el marco constitucional, algo que, en sus palabras, permitirá “recuperar la paz y el orden” en el territorio nacional.

Ascenso honorífico: símbolo de confianza institucional

Al asumir el mando, Henry Delgado fue ascendido de manera honorífica al grado de General de Ejército, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 147 de la Ley Orgánica de Personal y Disciplina de las Fuerzas Armadas. Esta disposición contempla que quien sea designado como Comandante General de una de las Fuerzas reciba dicha distinción como una muestra de respeto y respaldo institucional.

Durante el acto, recibió también el bastón de mando y las insignias correspondientes, símbolos de autoridad y compromiso con la soberanía nacional. Esta ceremonia no solo marcó su ascenso jerárquico, sino también el inicio de una nueva etapa para el Ejército, bajo un liderazgo que promete firmeza, legalidad y visión estratégica.

Con esta transición en el alto mando militar, las Fuerzas Armadas ecuatorianas enfrentan el reto de adaptarse y responder a una realidad compleja, en la que el crimen organizado ha penetrado distintas estructuras sociales. La gestión de Henry Delgado será clave para consolidar una política de defensa robusta y efectiva.

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