La madrugada de este viernes 8 de agosto de 2025, el expresidente Rafael Correa volvió a encender el debate electoral en Ecuador con un mensaje publicado en su cuenta de X (antes Twitter). En el texto, el líder de la Revolución Ciudadana aseguró que ya cuenta con evidencia visual sobre cómo se habría ejecutado un fraude en la segunda vuelta presidencial del 13 de abril. “Tuvimos que ajustar detalles del proceso pero ya lo tenemos. Pronto estará el video”, escribió.

Correa reiteró que el supuesto fraude se habría llevado a cabo mediante el uso de bolígrafos con tinta borrable y transferible y papeletas químicamente preparadas. Según su relato, el lado correspondiente a la candidata correísta Luisa González repelía la tinta, mientras que el del ahora presidente Daniel Noboa la absorbía. Al doblar la papeleta, afirmó, la marca del voto pasaba de una casilla a otra y, en unos 40 segundos, desaparecía del lado de González.

El exmandatario enumeró una serie de consecuencias que, en su criterio, confirmarían la manipulación: resultados “imposibles” en miles de mesas, la pérdida de votos de González en cerca de 16.000 juntas, restos de tinta detectados por la OEA, la prohibición de tomar fotos a las papeletas y la negativa del Consejo Nacional Electoral (CNE) a abrir urnas. “Por la décima parte de esto, en cualquier país se habría ordenado una investigación exhaustiva. ¡Abran las urnas, sinvergüenzas!”, sentenció en su publicación.

Esta no es la primera vez que Correa y su movimiento denuncian irregularidades. Desde abril, Revolución Ciudadana ha presentado denuncias penales por presunto peculado contra el CNE y las empresas proveedoras de los materiales electorales, alegando que los bolígrafos y papeletas fueron diseñados para favorecer a Noboa. El correísmo también ha citado informes estadísticos y criminológicos que califica de “pruebas científicas” del fraude.

Por su parte, las misiones de observación electoral de la OEA y la Unión Europea han rechazado las acusaciones. Ambos organismos concluyeron que el proceso electoral fue transparente y sin indicios de manipulación sistemática, descartando que los supuestos “esferográficos mágicos” hayan tenido algún rol en los resultados. El CNE, en la misma línea, ha defendido la legalidad del proceso y no ha autorizado la apertura de urnas.

Una lucha entre visiones políticas

La polémica mantiene dividida la conversación política en Ecuador. Mientras el oficialismo y organismos internacionales insisten en la legitimidad de los comicios, el correísmo prepara un nuevo capítulo con el prometido video. Si el material logra probar lo que Correa asegura, podría reavivar un conflicto electoral que, a casi cuatro meses del balotaje, sigue lejos de cerrarse.

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