Ni los abrazos de sus familiares y vecinos le aliviaron la tristeza a Trinidad Delgado. Sentada en una silla sobre la vereda de su casa expresó este lunes con gritos y lamentos la tragedia de su hijo. “¡Me lo mataron!”, exclamó impotente.

Fuera del domicilio seguía parqueada la volqueta con la que su descendiente, Cristian Yomar Delgado Tenorio, iba a empezar a ‘camellar’ desde hoy. Mientras tanto los demás habitantes de la cooperativa Dios es para todos, en el Guasmo norte de la urbe porteña, donde el domingo ocurrió el crimen, seguían asustados, pues el asesinato se efectuó en medio de una balacera que dejó a otras cinco personas heridas.

El hecho se suscitó a las 23:50. La madre contó que su vástago llegó esa noche a saludarla. “Mamá, voy a comprar. Enseguida regreso porque a las 07:00 tengo que ir a trabajar”, le dijo Cristian.

Luego, el hombre, de 41 años, se dirigió a una tienda ubicada a una cuadra de distancia, en cuyo exterior un grupo de ciudadanos consumía alcohol. Fue entonces cuando se produjo la ‘plomiza’.

Según informó el mayor de policía Paúl Salazar, jefe del circuito Guasmo, varios individuos llegaron a la zona en un auto, dispararon en contra de los presentes y huyeron.

Los proyectiles también impactaron en las puertas de viviendas aledañas y en el parabrisas del bus de un morador.

Una vecina corrió a contarle la mala noticia a Trinidad. La madre salió desesperada a ver a su hijo y junto a otros allegados quiso llevarlo a un hospital, pero él murió en el camino.

En cambio, las cinco personas lastimadas tuvieron mejor suerte. “No les causaron heridas graves, son superficiales”, indicó Salazar.

Acotó que en el sitio se hallaron aproximadamente 28 indicios balísticos. Aún se investiga cuál fue la razón para la brutal ráfaga de tiros. Dos de los heridos tienen antecedentes penales por robo y tenencia de drogas.

ANTECEDENTE

Según quienes residen en la zona, hace cuatro años ocurrió otra balacera donde murió un joven.